lunes, 25 de mayo de 2015

A Fondo: habilidades para el aprendizaje, las tendencias de una escuela secundaria


 
Introducción.

Año con año las escuelas secundarias reciben de la Coordinación de Planeación y Evaluación

Educativa los resultados del Instrumento para el diagnóstico de alumnos de nuevo ingreso a secundaria (IDANIS), que normalmente se usan para la formación de los grupos de primer año.

 

Este instrumento tiene como propósito principal medir la aptitud para el aprendizaje de los aspirantes, el nivel de desarrollo de las habilidades para el aprendizaje que éstos tienen. Además, aporta un diagnóstico personalizado que retroalimenta al alumno, aporta elementos para el diagnóstico colectivo de la población asignada al plantel y permite la construcción de un perfil del total de la población participante de la zona o sector.

 

En consecuencia, este instrumento es de gran utilidad para los planteles, y sobre todo, para los docentes del primer grado cuando pueden tener acceso a la información que aporta. Sin embargo el IDANIS puede aportar más que diagnósticos iniciales a los cursos escolares si se toma como referencia para un estudio de mayor alcance. De aquí la intención de este artículo, con el que pretendemos explorar, desde los resultados ofrecidos por el IDANIS en una escuela secundaria las posibles respuestas a preguntas como:

 


·         ¿Cuál ha sido el comportamiento de los alumnos de nuevo ingreso respecto de las habilidades para el aprendizaje en los últimos cuatro años?

·         ¿Cuáles son las tendencias observadas en las habilidades para el aprendizaje de los alumnos que ingresaron a la escuela secundaria en los últimos cuatro años?

·         ¿Qué implicaciones docentes y académicas traen consigo estas tendencias?

·         ¿Qué deficiencias del nivel educativo previo a la secundaria acusan estos resultados?

·         ¿Hacia a dónde apuntan las necesidades encontradas el trabajo de las escuelas primarias que proveen de alumnos a esta secundaria?

 

Si bien es cierto que las observaciones y análisis presentados en este trabajo son particulares y que se circunscriben al caso de la escuela en la que se realizó el estudio, mantenemos la idea de que algunos planteamientos pudieran ser útiles a docentes y directivos de otras instituciones con condiciones similares. En todo caso, ofrecemos este sencillo análisis para entender un poco la situación que viven algunas escuelas más allá de las evaluaciones nacionales o internacionales, con un marcado interés por lo que sucede en la vida doméstica de las escuelas secundarias.

 

La escuela de referencia.

La escuela en la que se ha realizado el estudio está ubicada en la periferia de la zona metropolitana de Guadalajara, en una comunidad de nivel socioeconómico y cultural bajo. La mayoría de los alumnos pertenecen a la misma comunidad, que cuenta con cinco escuelas primarias, que son quienes principalmente proveen de alumnos a la secundaria,  población de estudiantes cuyo origen es distinto; son hijos de militares que han cambiado su adscripción y que se inscriben en la escuela por su ubicación geográfica cercana a la zona militar.

 

La escuela cuenta con 20 grupos en ambos turnos. En lo que nos ocupa, cuatro grupos de primero en el turno matutino y tres en el vespertino, con un promedio de ingreso anual de 132 alumnos.

 

Análisis de los datos.

Para ofrecer claridad en el análisis de los datos que presentamos, dividiremos nuestros comentarios en tres secciones, correspondientes a las habilidades evaluadas por el IDANIS.

 

Para iniciar dedicaremos algunas líneas para la definición de las habilidades y su categorización en el instrumento que nos ocupa. Según el IDANIS, las habilidades son métodos de proceder de los sujetos, elementos subordinados de las estrategias cognitivas que el sujeto tiene y de las cuales se vale para enfrentar la comprensión y solución de situaciones-problema.

 

Son recursos intelectuales que activan o regulan procesos cognitivos más complejos y de los cuales forman parte. En el instrumento se han establecido tres tipos de habilidades: verbales, matemáticas y para el razonamiento abstracto.

 

La habilidad verbal es el conjunto de recursos vinculados al conocimiento lingüístico que permiten procesar información lingüística para acceder a los significados explícitos e implícitos, superficiales y profundos de textos diversos.

 

La habilidad matemática se entiende como un conjunto de recursos vinculados al conocimiento matemático que permiten al estudiante procesar información aritmética y geométrica para resolver problemas en el ámbito representacional de la matemática.

 

La habilidad para el razonamiento abstracto es el conjunto de recursos vinculados al conocimiento de la representación figurativa bidimensional que permiten procesar información gráfica para acceder a la interpretación de representaciones visuales diversas.

 

Como se dijo líneas atrás, dividiremos nuestros comentarios en tres secciones principales, según la estructura misma del instrumento, tal como sigue:

 

Secciones
Unidades de
diagnóstico
Habilidad verbal
Comprensión lectora
Completación de oraciones
Habilidad matemática
Aritmética
Geometría
Habilidad para el razonamiento abstracto
Serie de figuras

 

 

 

Presentaremos, para cada una de las habilidades, una pequeña definición, los porcentajes de los últimos cuatro ciclos escolares, los diagnósticos y nuestros comentarios respecto de las tendencias observadas.

 

Habilidad verbal.

Como ya se ha dicho líneas atrás, la habilidad verbal es el conjunto de recursos vinculados al conocimiento lingüístico que permiten procesar información lingüística para acceder a los significados explícitos e implícitos, superficiales y profundos de textos diversos. En ésta se han incluido dos unidades de diagnóstico: la comprensión lectora y la completación de oraciones. Los porcentajes en el cuadro de abajo.

 

 
2001
2002
2003
2004
A
33.3
35.9
30.6
22.1
B
51.9
49.3
48.5
45.9
C
12.4
11.9
17.9
28.7
D
2.3
2.8
3
3.3

 

 

La tendencia en la habilidad verbal se mantiene sin muchas variaciones durante el período analizado, el grueso de los alumnos (79.38%) se ubica en los dos rangos más bajos. El 30.48% del total de estudiantes ingresados durante el período 2001-2004 (527 alumnos) han mostrado dificultades para identificar el tema de un texto, así como las ideas que presenta. De la misma manera, tienen dificultades para reconocer las relaciones de importancia, grado de generalidad, secuencia y causalidad que muestra el contenido del mismo y no es capaz de reconocer información implícita. Por otro lado, tiene dificultades para inferir el significado de una palabra con base en el contexto y para reconocer los aspectos subjetivos y valorativos expuestos.

 

Finalmente, muestra dificultades para jerarquizar los tópicos de un tema aplicando criterios lógicos y cronológicos. Esto significa que el aprendizaje de estos estudiantes se verá obstaculizado cuando el medio a través del cual se presenten los nuevos conocimientos sea la lengua escrita, pues no se encuentra en condiciones de apropiarse del contenido de un texto sino en niveles muy elementales.

 

El otro 48.9%, ubicados en el segundo nivel, son capaces de identificar el tema de un texto, y algunas de las ideas que presenta, pero tiene dificultades para reconocer las relaciones de importancia, generalidad, secuencia y causalidad y no es capaz de reconocer información implícita.

 

Al igual que sus compañeros del nivel precedente, tiene dificultades para inferir el significado de una palabra con base en el contexto y para reconocer los aspectos subjetivos y valorativos expuestos. Finalmente, muestra dificultades para jerarquizar los tópicos de un tema aplicando criterios lógicos y cronológicos.

 

De la misma manera, el aprendizaje de estos estudiantes se verá obstaculizado cuando el medio a través del cual se presenten los nuevos conocimientos sea la lengua pues la interpretación adecuada de la misma es un aspecto que no enfrenta el estudiante con la facilidad necesaria.

 

Solo uno pocos alumnos (20.6%) tienen un nivel óptimo de habilidades verbales que les permitirían acceder a nuevos y complejos conocimientos comunicados a través de la lengua pues su manejo es eficiente, aunque puede ser perfectible.

 

Estos datos nos llevan a pensar que en el nivel previo a la escuela secundaria, esta habilidad -- que dicho sea de paso, su desarrollo es uno de los propósitos de la escuela primaria— ha sido poco desarrollada, lo que implica para el nivel de secundaria, que buena parte de sus acciones tendrán que estar enfocadas a lograr que los alumnos la manejen eficientemente y sean capaces de abordar cualquier tipo de conocimiento por vía de la lengua.

 

Una de las unidades de diagnóstico para la habilidad verbal ha sido la comprensión lectora, en esta se miden las habilidades que posee el alumno para acceder al contenido de una comunicación escrita, en tareas como: reconocer o construir el significado de algunos vocablos, suprimir información poco importante, globalizar la información y jerarquizarla o reconocer la estructura del discurso presentado. Estos son los porcentajes para este rasgo:

 

 
2001
2002
2003
2004
A
24.8
40.1
47
21.3
B
55
46.5
35.8
27.9
C
18.6
9.1
11.2
21.3
D
1.6
4.2
5.9
29.5

 

 

Si bien es cierto que en los primeros tres años se venía manteniendo la misma tendencia: la mayor parte de los alumnos (83.06%) ubicados en los dos niveles más bajos; también es cierto que en el último año la tendencia se ha modificado considerablemente pues ahora es el 50.8% de alumnos los que se ubican en los niveles más altos.

 

Esto sugiere un cambio en los resultados obtenidos en el nivel educativo previo a la secundaria. ¿A qué se deben estos cambios? ¿qué han hecho las escuelas primarias de la zona para mejorar el nivel de comprensión lectora de sus alumnos en el último año? Qué decir de la completación de oraciones, la otra unidad de diagnóstico para las habilidades verbales. Estos son sus números:

 

 
2001
2002
2003
2004
A
36.4
39.4
26.9
22.1
B
48
38
38
26.2
C
13.2
18.3
29.1
23.8
D
2.3
4.2
5.9
27.7

 

 

Al igual que en la habilidad para la comprensión lectora, los tres primeros años siguen el mismo rumbo, gran parte de los estudiantes se ubican en los dos primeros rangos, el 75.56% Para el último año, el 2004, la modificación es significativa pues se ha repartido la población de estudiantes en porcentajes cercanos para los cuatro rangos, destacando que el 51.5% ahora se encuentra en los dos mejores rangos, los que nos habla de alumnos que han mejorado sus habilidades verbales.

 

 

Habilidad matemática.

Recordemos que a habilidad matemática se entiende como un conjunto de recursos vinculados al conocimiento matemático que permiten al estudiante procesar información aritmética y geométrica para resolver problemas en el ámbito representacional de la matemática y que para evaluar esta habilidad se han incluido dos unidades de diagnóstico: habilidades aritméticas y geométricas. En la tabla de abajo aparecen sus porcentajes:

 

 
2001
2002
2003
2004
A
57.4
27.5
20.9
64.8
B
39.5
50.7
64.2
34.4
C
2.3
21.1
14.9
0.81
D
1.6
0.7
0
0

 

 

La habilidad matemática y aritmética siguen el mismo rumbo, casi la totalidad de alumnos se encuentra en uno de los dos rangos más bajos: el 89.3%, mientras que apenas el 9.6% de muchachos lograron ubicarse en el tercer nivel y sólo el 1.01 en el nivel más alto.

 

El 42.65% de estudiantes en promedio, tiene dificultades para reconocer y relacionar los elementos de un problema que implique la traducción de situaciones verbales a expresiones numéricas, el análisis de datos numéricos y la realización de cálculos utilizando las operaciones básicas, lo cual está muy relacionado con la aritmética. Muestran también dificultades para interpretar las relaciones espaciales expresadas en dos dimensiones, y se muestra incapaz de auxiliarse del lenguaje matemático para expresarlas, independientemente de que se trate de proporciones, escalas, igualdades o desigualdades.

 

En consecuencia, estos alumnos tienen dificultad para elegir y realizar cálculos recurrentes, lo que implica que la capacidad de aprender está mermada sensiblemente no solo en matemáticas y las ciencias de aplicación inmediata (física, química, biología y geografía), también en situaciones cotidianas.

 

Es probable que el aprendizaje del estudiante se vea limitado también por la falta de un ejercicio intelectual de tipo lógico que se relaciona directamente con las matemáticas. El 47.2% correspondiente al segundo nivel en el que los estudiantes reconocen los elementos de un problema, pero tienen dificultades para relacionarlos y proceder a la realización de las operaciones consecuentes. Tienen una capacidad limitada para realizar análisis de datos numéricos.

 

Son alumnos titubeantes en su interpretación de las relaciones espaciales expresadas en dos dimensiones y que utilizan rudimentariamente el lenguaje matemático para expresarlas. Los números de la habilidad aritmética y geometría que aparecen en los dos siguientes cuadros, respectivamente, pueden ampliar estos comentarios e ilustrarlos:

 

 
2001
2002
2003
2004
A
48
23.2
31.3
54.1
B
48
54.9
57.7
41.8
C
3.1
19.0
12.7
4.1
D
0.8
2.8
2.2
0

 

 

 
2001
2002
2003
2004
A
57.7
25.4
17.2
55.7
B
43.4
53.5
65.7
43.4
C
3.1
19.7
14.2
0.81
D
0.8
1.4
3.0
0

 

 

 

Lo más preocupante para esta habilidad es que los porcentajes parecen ir en aumento en los últimos años respecto de los dos primeros rangos, esto es, que nuestros alumnos están llegando cada vez con menos habilidades para el aprendizaje matemático y que seguramente esto también implicará a las habilidades para el razonamiento abstracto.

 

Habilidades para el razonamiento abstracto.

La habilidad para el razonamiento abstracto, hemos dicho, es el conjunto de recursos vinculados al conocimiento de la representación figurativa bidimensional que permiten procesar información gráfica para acceder a la interpretación de representaciones visuales diversas.

 

Esta habilidad está relacionada con tareas como: la solución de casos-problema cuya expresión, no siendo verbal ni matemática, implica la detección de las reglas de un proceso que tiene lugar en el tiempo y el espacio. Mediante una serie de figuras, el estudiante debe reconocer procesos de cambio y evolución basados en los principios de adición o sustracción de elementos, rotación y orientación de las figuras, así como secuencias de alternancia.

 

 
2001
2002
2003
2004
A
53.5
62.7
56.7
64.8
B
41
26.8
41
31.1
C
3.9
5.6
1.5
4.1
D
0.8
4.9
0.7
0

 

 

Si bien es cierto que las dos habilidades antes descritas se han caracterizado por tener la mayor parte de alumnos en los dos primeros rangos, los más bajos; esta última no es la excepción, pero si la de mayor porcentaje, un 94.4%, el más alto que muestran serias dificultades para realizar operaciones lógico deductivas mediante las cuales se puedan identificar procesos evolutivos, de seriación, adición, sustracción o transformación. Estos resultados tienen un efecto negativo grave en su aprendizaje, significa que los estudiantes cuentan con pocas posibilidades de lograr un aprendizaje fluido y consistente pues su capacidad para construir y articular coherentemente los conocimientos es prácticamente nula.

 

Este tipo de alumnos necesitan con urgencia ser apoyados durante lapsos intensivos a fin de que superen el rezago en que se encuentran. El otro 34.98%, correspondiente al segundo rango, ha ubicado a los alumnos que son capaces de realizar operaciones lógico deductivas, siempre que éstas no representen un alto grado de complejidad.

 

Esto implica que los estudiantes muestran limitaciones para acceder al aprendizaje fluido y consistente en virtud de que no maneja con facilidad procesos básicos para la articulación y conformación coherente del conocimiento. No tan graves como en el rango precedente, estas limitaciones son lo suficientemente notables como para convertirse en un obstáculo lamentable para el estudiante.

 

 

Algunas conclusiones.

La tendencia general de este sector es muy clara: nuestros alumnos poseen muy pocas habilidades para el aprendizaje e ingresan a un programa educativo que de alguna manera las supone, lo que hace que sus éxitos académicos dependan del grado de desarrollo que logren mientras cursan los estudios secundarios.

 

Las expectativas de éxito son muy pocas, revertir esta tendencia implica un arduo trabajo por parte de los docentes de la secundaria, sin contar con las problemáticas que se vayan dando durante los años en que transiten estos alumnos por la escuela. No sería extraño que los índices de reprobación y deserción fueran altos dadas las pocas herramientas para el aprendizaje que estos alumnos tienen.

 

Por otra parte, sería conveniente que los resultados de estas pruebas fueran analizados y estudiados por los directivos de los dos niveles involucrados: la escuela primaria y la escuela secundaria a fin de trabajar conjuntamente en esta problemática de nuestra comunidad estudiantil.

 

Finalmente, debe anotarse que esta caracterización puede ser una pequeña muestra de lo que pasa en muchas de las escuelas secundarias del país y que no hay que ir tan lejos –no más allá de nuestras aulas—para darnos cuenta de la situación de la educación básica.

 

 

Referencia:

Nuestros nuevos alumnos en secundaria

IDANIS 99, Bases y criterios para la interpretación de

resultados.

SEP, México 2001

Dirección General de Evaluación.

 

 

Dr. Rafael Mora Vázquez

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