La educación como
todo fenómeno social y humano se ha nutrido de distintas disciplinas científicas
para su mayor compresión y análisis. Recientemente la psicología se ha integrado
a esa gama de ciencias que se ocupan de la educación para su comprensión, generando
grandes aportes.
La educación, desde
el psicoanálisis se puede concebir, como la formadora de personalidades en la
libertad, entendiendo a ésta última (libertad) como la capacidad de conocer las
partes inconscientes, para utilizarlas sana mente en las relaciones interpersonales.
Solo eres sano, si eres consciente del uso de las esferas comúnmente
inconscientes.
El conductismo, es
otra de las grandes corrientes psicológicas que han hecho grandes aportes al
estudio de la Educación, sobre todo en lo que a enseñanza-aprendizaje se
refiere. Considero que no es posible para un educador facilitar los procesos de
aprendizaje, si no tiene presentes los principios conductuales, ahora me
referiré a ellos.
El conductismo,
estableciendo que el aprendizaje es el cambio de conducta permanente, y que el
papel de la educación es precisamente ello, permite integrar a los procesos
educativos, principios y criterios tales como: reforzamiento
(premios-castigos), motivación, estímulos, entre otros. Estos principios y
criterios permiten a los educadores controlar y conducir a los educandos hacia
el aprendizaje, al cambio de conducta permanente.
Entonces, la educación,
desde la perspectiva conductual es formadora de hábitos, siendo el criterio de
aprendizaje la constante repetición de una conducta reforzada para su ejecución
en ambientes o situaciones elegidas y controladas previamente por los mismos educadores.
El conductismo da
claridad exacta de los parámetros de aprendizaje, lo cual no permite que
educadores y educandos se desvíen o se pierdan en el proceso enseñanza-aprendizaje,
y ambos mantienen controlada la conducta deseada, mediante reforzadores, que
son estímulos para motivar e incentivar, para incrementar la probabilidad de ocurrencia
de una conducta.
Otra de las teorías
que ha dado muchos aportes a la educación es el humanismo (Maslow-Rogers).
Rogers parte de un principio que pareciera tan simple. "Para que un
educador pueda facilitar los aprendizajes, debe aprender a ser empático".
Ser empático para Rogers significa aceptar al educando de manera incondicional,
permitiéndole ser libre en el desenvolvimiento de sus potencialidades.
El papel del educador
es facilitar al estudiante aprendizajes experienciales, en el que ambos desarrollen
sus potencialidades. La educación desde esta perspectiva se puede interpretar
como un encuentro de potencialidades.
El humanismo dio un
giro radical a la concepción de la educación. Si desde el psicoanálisis se
consideró a la educación como formadora de la personalidad; y desde el
conductismo como formadora de hábitos.
En el humanismo se
considera a la educación como el desarrollo de las potencialidades de los
educandos. Educación como sinónimo de Desarrollo Humano.
El cognoscitivismo y
constructivismo (Piaget), por su parte, permitió a educadores que, conociendo
el desarrollo y estructuración-construcción cognoscitiva de los educandos, desarrollen,
en el proceso de enseñanza aprendizaje, habilidades de pensamiento. El cognoscitivismo
y constructivismo surgen como reacciones a los resultados de la aplicabilidad
de los principios conductuales a la educación.
El cognoscitivismo y
constructivismo, permite al mismo tiempo fundamentar el proceso enseñanza
aprendizaje en una sólida epistemología. No se puede enseñar a pensar, a construir
el conocimiento, si antes no hemos aprendido mediante la reflexión cuales son los
procesos de pensamiento para la construcción de los conocimientos.
Para el cognoscitivismo
y constructivismo, el papel fundamental de la educación es que el educando
aprenda a aprender mediante el descubrimiento, para que sus aprendizajes resulten
significativos. Aprender por descubrimiento, garantiza en mucho la permanencia
de los aprendizajes.
En conclusión, el
psicoanálisis y el humanismo, se centran en la formación de la interioridad de
los educandos. El conductismo se centra en la exterioridad y el congnoscitivismo
y constructivismo en la intelectualidad, en el pensamiento.
Integradas todas nos
dan una visión completa del educando. Un educador, si quiere ser un buen papel,
ni puede ser sólo conductista, ni sólo psicoanalista, sino tomar lo más valioso
de cada una de las escuelas psicológicas para conducirse con más
profesionalismo.
Jorge Luis Cruz
Pérez
Licenciado en Psicología Educativa
Maestría en Ciencias de la
Educación
Doctorado en Educación
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