Jerome Bruner
subraya la importancia del descubrimiento como estrategia de aprendizaje; al
igual que Piaget, afirma que lo que aprenden los alumnos por si mismos es más
significativo que lo aprendido como resultado de lo hecho por otros; de ahí
propuso que “al ayudar a los estudiantes a descubrir el contexto y la información,
en el marco de un campo de estudio, los maestros pueden ayudarlos a recordar y aplicar
lo aprendido” (Henson y Eller, 2000; p. 247).
En
consecuencia, un tema en el marco conceptual de Bruner es que el aprendizaje es
un proceso activo en el que los educandos construyen nuevas ideas o conceptos
basados en el conocimiento pasado y presente, proceso que implica un desafío a
la inteligencia del aprendiz impulsándolo a resolver problemas y a lograr transferencia
de lo aprendido.
El
desarrollo cognitivo, o desarrollo intelectual, transita por tres etapas de
maduración, las que Bruner denomina como modos psicológicos de conocer: modo
enativo, modo icónico y modo simbólico, que se corresponden con las etapas del
desarrollo en las cuales se pasa primero por la acción, luego por la imagen y
finalmente por el lenguaje. Estas etapas son acumulativas, de tal forma que cada
etapa que es superada perdura toda la vida como forma de aprendizaje (Paradigmas
de aprendizaje, 2004)
Por la
importancia del papel del profesor en el proceso de descubrimiento, deberá
tratar y entusiasmar a los estudiantes en descubrir principios por sí mismos.
Profesor y educandos deben comprometerse en un diálogo activo – como la
enseñanza socrática– donde la tarea del instructor es “traducir” la información
para que sea aprendida en un formato apropiado del estado de entendimiento del
educando. En consecuencia, el currículo debería organizarse en forma de “espiral”
que permita que el aprendiz continuamente construya sobre lo que ha aprendido
previamente (Sang, 2004).
Los
principios de Bruner para ser aplicados en el aula son:
a)
La instrucción debe abarcar a las experiencias y los contextos que
hacen a los estudiantes deseosos de aprender (presteza)
b)
La instrucción debe ser estructurada de forma tal que puede ser
fácilmente aprehendida por el educando (organización en espiral)
c)
La instrucción debe ser diseñada para facilitar la extrapolación y
para llenar las brechas (ir más de la información ofrecida).
Aportes
a la psicología cognitiva desde la neurolingüística y la neurociencia
El
desarrollo de las ciencias cognitivas en los últimos años han reforzado las
propuestas de Piaget y Bruner; el estudio interdiscplinario del cerebro humano revela
importantes aspectos del proceso de aprendizaje en las aulas. Dos aspectos
ilustran las teorías expuestas: primero se expone brevemente un ejemplo de cómo
el desarrollo de las destrezas lingüísticas se relaciona estrechamente con el
desarrollo cognoscitivo en los niños y, enseguida, algunos datos relevantes del
funcionamiento cerebral y su relación con el aprendizaje.
En su
artículo relativo a los infantes bilingües, Jáuregui (1997) ilustra la estrecha
relación que existe entre el desarrollo cerebral y el aprendizaje. Basa sus
observaciones en estudios hechos tanto a adultos como a niños que han aprendido
uno o dos idiomas. Las personas que aprendieron dos idiomas durante su
infancia poseen una sola región cerebral que
se encarga de almacenar e interpretar ambas
lenguas. Sin embargo, en el caso de las
personas que aprendieron un idioma nativo
cuando eran niños, y más adelante estudiaron
un segundo idioma cuando ya eran adultas,
existen dos áreas cerebrales distintas que se
ocupan de almacenar e interpretar cada una de
estas lenguas.
De estas diferencias
se podrían explicar el hecho de que los adultos sufran muchas más dificultades
que los niños a la hora de aprender idiomas nuevos. Durante la infancia una
sola región cerebral es capaz de ocuparse de dos idiomas al mismo tiempo, lo
que facilita su aprendizaje. Sin embargo, conforme pasan los años, la región
encargada de interpretar el idioma nativo no es capaz de adaptarse a una nueva lengua,
y el cerebro se ve obligado a dedicar otra región de su estructura al
aprendizaje de un segundo idioma. Por este motivo, el esfuerzo mental que se
requiere es mucho mayor en el caso de los adultos que en el de los niños (Jáuregui,
1997).
Se descubre que hay
una zona del cerebro humano relacionada con funciones lingüísticas básicas: el
área de Broca; descubrimiento que ha vuelto a poner de manifiesto que el
cerebro es un órgano moldeable cuya organización es variable dependiendo del aprendizaje
y de las experiencias de cada individuo. Ésta es la primera vez que se han
conseguido pruebas claras que demuestran la división del cerebro en diversas áreas
lingüísticas con imágenes de resonancia magnética.
Aunada a toda una
serie de implicaciones de este descubrimiento, los científicos están
demostrando con más claridad que el lenguaje es algo que debe aprenderse
necesariamente en los primeros años de la vida. Un niño que no ha sido expuesto
a un universo lingüístico en su infancia siempre padecerá una enorme desventaja
que le impedirá aprender a hablar de una forma normal. Es evidente, según los
expertos, que el cerebro es un órgano programado para grabar uno o más lenguajes
de la especie humana, pero también es evidente que esta programación debe
llevarse a cabo en la primera etapa de la vida (Jáuregui, 1997).
Ruiz (1996) analiza
los enfoques de la neurociencia que confirmaron la especialización de los
hemisferios cerebrales: la capacidad de hablar, escribir, leer y razonar con
números, es fundamentalmente una responsabilidad del hemisferio izquierdo;
mientras que la habilidad para percibir y orientarse en el espacio, trabajar con
tareas geométricas, elaborar mapas conceptuales y rotar mentalmente formas o figuras,
son ejecutadas predominantemente por el hemisferio derecho.
MacLean (Citado por
Ruiz, 1996) presenta un modelo del cerebro formado por tres elementos interrelacionados,
estos son: el cerebro reptiliano, el sistema límbico y la neocorteza; ellos
controlan la vida instintiva, emocional e intelectual, respectivamente. En el
cerebro reptiliano se procesan las experiencias primarias, no-verbales, de
aceptación o rechazo. Aquí se organizan y procesan las funciones que tienen que
ver con el hacer y el actuar, lo cual incluye: las rutinas, los valores, los
hábitos, la territorialidad, el espacio vital, condicionamiento, adicciones,
rituales, ritmos, imitaciones, inhibiciones y seguridad.
En síntesis, este
cerebro se caracteriza por la acción. El segundo cerebro está representado por el
sistema límbico, cuya función principal es la de controlar la vida emotiva, lo
cual incluye los sentimientos, el sexo, la regulación endocrina, el dolor y el
placer. Anatómicamente está formado por los bulbos olfatorios, el tálamo
(placer-dolor), las amígdalas (nutrición, oralidad, protección, hostilidad), el
núcleo hipotalámico (cuidado de los otros, características de los mamíferos),
el hipocampo (memoria de largo plazo), el área septal (sexualidad) y la pituitaria
(directora del sistema bioquímico del organismo). El tercer cerebro está
constitutivo por la neocorteza, la cual está conformada por los dos hemisferios
en donde se llevan a efecto los procesos intelectuales superiores. De allí que
la neocorteza se la identifique, también, como el cerebro que rige la vida
intelectual.
Herrmann (Citado por
Ruiz, 1996), propuso el modelo del cerebro total, formado por cuatro cuadrantes,
que determinan estilos diferentes de procesamiento de información en los
individuos, aun cuando se admite que el cerebro funciona como una totalidad
integrada. Basado en los estudios previos sobre la dominancia cerebral y en la
teoría del cerebro triuno; así como en los resultados de sus propias
investigaciones, ha replanteado el problema de la dominancia cerebral, proponiendo
la teoría del cerebro total que se expresa en un modelo que integra la neocorteza
(hemisferios derecho e izquierdo) con el sistema límbico. Concibe esta
integración como una totalidad orgánica dividida en cuatro áreas o cuadrantes,
a partir de cuyas interacciones se puede lograr un estudio más amplio y
completo de la operatividad del cerebro y sus implicaciones para la creatividad
y el aprendizaje.
De los aprendizajes
que emergen de la separación hemisférica del cerebro, es que existen dos modalidades
de pensamiento: una verbal y otra no-verbal, representadas por los hemisferios
cerebrales izquierdo y derecho respectivamente. Sin embargo, los sistemas educativos
de la mayoría de las sociedades occidentales tienden a privilegiar el
desarrollo del hemisferio izquierdo. Esta tendencia puede ser claramente observada
cuando se constata que las áreas curriculares que tienen mayor énfasis en la
escuela elemental son las de: lectura, escritura y aritmética; dejando de esta
manera la otra mitad de la potencialidad del individuo con una posibilidad de
desarrollo bastante limitada, por decir lo menos.
La idea de que
existen dos modalidades laterizadas de pensamiento sugiere que la enseñanza
afecta primariamente a uno de los dos hemisferios. Por lo tanto, el aprendizaje
de cualquier área de contenido será más efectivo en la medida en que se activen
ambas modalidades, mediante la presentación diversificada de dicho contenido y
a través de la utilización de un currículo que estimule el desarrollo de ambos hemisferios
de manera balanceada (Ruiz, 1996).
Análisis del concepto de inteligencias múltiples
Los paradigmas de la
razón existencial del hombre, el interés sobre el descubrimiento de los aspectos
influyentes de su evolución o involución, han colmado páginas enteras desde los
antiguos filósofos griegos y romanos hasta la actualidad; aún y cuando los
tiempos de la generación posmoderna, sus acelerados cambios tecnológicos y las
innovaciones en comunicación, parecieran restarle importancia a la reflexión sobre
el potencial valor del ser humano, su forma de sentir, aprender y expresarse.
En el individuo cohabitan
diferentes dimensiones como la física, psíquica, emocional y biológica, que se
interconexionan para dar rumbo a su actuar; precisamente sobre el paradigma multidimensional
del ser humano y con ello, la diversidad de inteligencias que posee y puede seguir
desarrollando, es que nace la teoría de Howard Gardner (1983, citado por Guerra,
2004), denominada de “Inteligencias Múltiples”.
Concepto de inteligencia en Gardner
De acuerdo con López
(2004), Gardner es un psicólogo cognitivo, reconocido por sus estudios acerca
de la inteligencia y la creatividad. Su crítica se orienta al concepto
tradicional de inteligencia, en el sentido de que se le ha concebido dentro de
una visión uniforme y reductiva, como un constructo unitario o un factor general;
ha predominado la concepción de que la inteligencia puede ser medida en forma
pura, mediante la utilización de instrumentos estandarizados; su estudio se ha
llevado a cabo de manera descontextualizada y abstracta, independiente de los
retos y oportunidades concretas, así como de los factores contextuales y
culturales; además se le ha considerado como propiedad individual, alojada tan
sólo en la mente y no en el entorno, ni en las
interacciones con los demás, ni en los
artefactos o en la acumulación de
conocimientos.
A partir
de dicha crítica, Gardner (citado por López, 2004), conceptualiza a una
inteligencia como una capacidad situada y distribuida, que sólo puede ser
apreciada en conexión con un contexto particular; toda vez que se encuentra tanto
en la mente, en el cuerpo, en los medios y en el ambiente; asimismo es “un
potencial biopsicológico para procesar información que se puede activar en un
marco cultural para resolver problemas o crear productos que tienen valor para
una cultura” (p. 4).
Referencias
Guerra, M
V. (2004). Desarrollo y Estímulo de Inteligencias Múltiples. Tomado de
la red el 26 de septiembre del 2004. Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos14/proyfina/proyfina.shtml
Henson, K.
T. y Eller, B. F. (2000) Psicología educativa para la enseñanza eficaz. México,
D. F.: Thomson.
Jáuregui, P.
(1997) NEUROCIENCIA Infantes bilingües. Las dificultades para el aprendizaje
de un idioma dependen de la edad. Los científicos han demostrado de nuevo que
el cerebro es un órgano moldeable. [En red] Disponible en: http://www.el-mundo.es/salud/1997/255/01514.html
López, P.
R. (2004). Muchas inteligencias, muchas maneras de vivir. Tomado de la
red el 23 de septiembre del 2004. Disponible en: http://www.nuevamirada.cl/inteligencias.htm
Paradigmas
de aprendizaje. (2004) El aprendizaje por descubrimiento de Jerome Bruner.
[En red] recuperado el 23 de septiembre de 2004. Disponible en:http://vulcano.lasalle.edu.co/~docencia/propuestos/cursoev_paradig_bruner.htm
Ruiz, B.
C. (1996) Neurociencia y educación. Revista Paradigma. [En red] Disponible en: http://cidipmar.fundacite.arg.gov.ve/Doc/Paradigma96/doc4.htm
Sang B. M.
(2004) Teoría y Práctica en la implementación del "constructivismo"
en República Dominicana. En Monografías. Com. [En red] Disponible
en: http://www.monografias.com/trabajos5/construc/construc.shtml
Gabriel Osnaya Vargas
Maestría en Ciencias de la
Educación
Maestría en Administración
de Instituciones Educativas
Doctorado en Educación
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