miércoles, 8 de julio de 2015

Del archivero: la importancia de la educación secundaria para la educación superior y para el país

En el diario La Jornada, del pasado 25 de abril de 2006, se muestra un artículo que para nadie fue una sorpresa y que en todo el país nos hemos dado cuenta. El reportaje lleva el título de “Son patito alrededor de mil universidades o tecnológicos”.

El Centro Nacional de Evaluación (CENEVAL) llevó a cabo un estudio donde el diario mencionado resaltó que: “De casi mil 200 universidades e institutos tecnológicos en el país, 506 no reportan titulados en ningún nivel y 496 titulan menos de...


... 100 estudiantes por año. La mayoría son privadas y de reciente creación. El sistema está dominado hoy día por pequeñas escuelas de menos de 500 alumnos, que ascienden a 728 -62 por ciento del total- y a lo mucho ofrecen uno o dos programas. De éstas 607 son particulares, con lo que se ha registrado un desplazamiento de las públicas, revela el primer estudio que se realiza en México sobre la situación de la enseñanza superior.”

Desde hace mucho sabíamos que la educación se había vuelto un buen negocio, anteriormente se enviaban a las escuelas particulares a los hijos con la falsa idea de salir bien preparados, acción que en realidad respondía a un interés de status social y religioso, sin embargo, a partir de la crisis que sufrió la Universidad Nacional Autónoma de México se han iniciado escuelas particulares y estatales en todo el país, algunas con mejores intenciones que otras, pero todos sabemos los nombres de aquellas que son un negocio, se manejan como empresas y emiten los diplomas a quienes paguen las cuotas, y no a quienes demuestren un nivel académico suficiente.

Entonces podríamos preguntar si a pesar de las cuotas que cobran estas escuelas tendríamos como consuelo que: ¿la multitud de escuelas disponibles han ayudado a elevar el nivel académico del país? la respuesta es no, por el contrario, en el último estudio que hizo la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) México ha retrocedido con respecto a otros países en el nivel académico que en años anteriores los aventajábamos por mucho.

Bueno, pero en la secundaria no hay mucha diferencia, el mismo diario, en el día siguiente publicó: “De acuerdo con el tercer reporte que examina los resultados del examen obtenidos por los estudiantes de secundaria para ingresar al bachillerato, el promedio de aciertos alcanzado fue de 47.4 por ciento (60.6 aciertos de 128) y más de la mitad de los mejores estudiantes del país de ese nivel se concentran en la ciudad de México y su zona metropolitana, también que los alumnos de las escuelas privadas obtuvieron un desempeño más alto, con un promedio de 60.1 por ciento frente a 46.5 por ciento de las públicas.” Sin embargo las tres puntuaciones más altas correspondieron a tres alumnos provenientes de escuelas públicas.

Para rematar, el día 28 de Abril de 2006, el presidente Fox ofreció educación de calidad, cuando de los exámenes que aplica el CENEVAL la mitad de las respuestas es contestado erróneamente. Esto no es todo, el diario ya mencionado afirma que:  “En la presentación del informe, el director general del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval), quien fue vetado por la Secretaría de Educación Pública para poder reelegirse en el cargo por la publicación del segundo informe de secundarias, estableció que dar a conocer estos resultados es el camino correcto, pues forma parte del compromiso adquirido con la sociedad.” En otras palabras no se hacen públicas estas estadísticas, se puede corroborar en la página electrónica del CENEVAL, que después de exigir un registro engorroso, sólo dan acceso a estadísticas inútiles.


Omar de Jesús Reyes Pérez

Maestro en Psicoterapia Psicoanalítica y Maestro en Filosofía

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