miércoles, 29 de julio de 2015

Del archivero: las educadoras y la tecnología ¿amigas o enemigas?

A través del tiempo las innovaciones tecnológicas se van incorporando a nuestra vida cotidiana casi imperceptiblemente, ya que la urgencia por no quedarnos rezagados nos hace que hagamos casi necesaria su utilización en nuestras actividades.
 
Aunque existe, en ocasiones hay resistencia a su utilización, no debemos privar a nuestros alumnos de la oportunidad de conocerlas. Dentro de la jerga informática se habla de un término llamado “Brecha Digital” la cual de acuerdo a Serrano y Martínez (2003) está definida como:


La separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que aunque las tengan no saben cómo utilizarlas.

Además puede ser definida en términos de la desigualdad de posibilidades que existen para accesar a la información, al conocimiento y la educación mediante las TICs. La brecha digital no se relaciona solamente con aspectos exclusivamente de carácter tecnológico, es un reflejo de una combinación de factores socioeconómicos y en particular de limitaciones y falta de infraestructura de telecomunicaciones e informática.

 

Dentro de esta brecha digital encontramos que en nuestro país existe un gran rezago en el rubro tecnológico, pero desgraciadamente en otros casos se tiene la infraestructura y no es aprovechada.

 

En Estados Unidos de América se está desarrollando un trabajo llamado Proyecto 2061 el cual consiste en exposiciones de lo que todos los estudiantes debieran saber o poder practicar en ciencias, matemáticas y tecnología para el final del segundo y quinto grados de enseñanza elemental (tomando en cuenta el nivel preescolar), segundo de enseñanza medía y tercero de enseñanza media superior.

 

Las diferencias de grado sugieren puntos de referencia razonables para estimar el progreso que el estudiante tiene para alcanzar las metas de la cultura científica. En el rubro tecnológico se menciona que a diferencia de otros países desarrollados no se toma en cuenta la tecnología como disciplina y por lo tanto no tiene un lugar definido ni en la educación elemental, no se contempla en el plan de estudios preparatorios, no se le relaciona con requisitos de titulación y no forma parte del contenido de cursos científicos a ningún nivel.

 

A pesar de esto se está cobrando conciencia del lugar que ocupa la tecnología en la vida cotidiana y la relación entre ciencia, tecnología y sociedad está adquiriendo un papel central en los programas de estudio.

 

Este programa pretende intercalar la educación tecnológica en los planes de estudio, así como usar la tecnología en la promoción del aprendizaje, y que los estudiantes estén informados de su naturaleza, posibilidades y limitaciones. Como creación humana, la tecnología tiene su propia historia e identidad, desligadas de las de la ciencia y las matemáticas.

 

Históricamente, antecedió a la ciencia y sólo paulatinamente ha llegado a igualarse con ella, en el conocimiento de cómo trabaja el mundo natural. En la actualidad la tecnología se caracteriza, cada vez más, por las relaciones de interdependencia con las ciencias y las matemáticas. Los objetivos programáticos que se describen a continuación sugieren cómo deberían comprender los docentes y los alumnos dichas relaciones.

 

En el aspecto de intervención de los docentes se menciona que cada vez es más frecuente que la gente tenga que decidir qué tecnologías desarrollar, cuáles usar y cómo usarlas. Parte de esa responsabilidad es conocer el funcionamiento de la tecnología, sus alternativas, beneficios, riesgos y limitaciones. Los intereses sociales a largo plazo se atienden mejor cuando se examinan los asuntos clave acerca de las propuestas para adoptar o prohibir cierta tecnología, antes de tomar una decisión final.

 

En el aspecto de alumnos nos alude que cuando entran a la escuela, sin duda, los niños están bastante familiarizados con la tecnología. Se transportan en automóvil, manejan electrodomésticos, bicicletas, emplean utensilios de jardinería, ayudan en la cocina, manipulan con gran habilidad la tele, etc.

 

Ambos aspectos nos sirven de reflexión sí realmente buscamos una relación amistosa con la tecnología ya que en ningún momento se busca el comparar la infraestructura que se tiene en los jardines de niños de nuestro país con los de U.S.A., pero tampoco podemos dejar de lado el hecho de que si contamos con los recursos debemos permitir a nuestros alumnos conocerlas, manipularlas y utilizarlas tomando en cuenta que ellos forman parte de una nueva generación “La Generación Net” en la que la tecnología forma parte de su vida.

 

 

Referencias:

Proyecto 2061 (2005) La naturaleza de la tecnología. Consultado el 26 de septiembre de 2005 de http://www.project2061.org/esp/publications/bsl/online/ch3/ch3.htm

Serrano, A., Martínez, E. (2003) La Brecha Digital: Mitos y Realidades. Consultado el 26 de septiembre de 2005 de www.labrechadigital.org

 

 

 

 

Patricia Michel Ruelas

Maestra en Tecnología Educativa

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