La doctora Lapoujade en su
libro Filosofía de la imaginación propone una noción de imaginación con
la que estoy de acuerdo y que nos marca el camino a seguir:
La imaginación es una función psíquica compleja,
dinámica, estructural; cuyo trabajo consiste en producir –en sentido amplio-
imágenes, puede realizarse provocado por motivaciones de diverso orden:
perceptual, mnémico, racional, instintivo, pulsional, afectivo, etc.; consciente
o inconsciente subjetivo u objetivo (entendido aquí como motivaciones de orden
externo al sujeto, sean naturales o sociales). La actividad imaginaria puede
ser voluntaria o involuntaria, casual o metódica, normal o patológica,
individual o social. La historicidad le es inherente, en cuanto es una estructura
procesal perteneciente a un individuo. La imaginación puede operar volcada
hacia o subordinada a procesos eminentemente creativos, pulsionales, intelectuales,
etc.; o en ocasiones es ella la dominante y, por ende, guía los otros procesos
psíquicos que en estos momentos se convierten en subalternos.
Las imágenes con las que
operan el ser humano no se limitan a la reproducción de lo directamente percibido,
ya que puede ver también mediante imágenes
lo que no ha percibido directamente, así como
puede ver algo que no existe en absoluto y
algo que no existe en realidad en forma
concreta. No obstante los seres humanos como
seres actuantes no sólo observan y reconocen
el mundo, sino que también lo modifican y lo
transforman. Dicha exigencia la cumple la
imaginación, dado que está inseparablemente
vinculada con nuestra aptitud de modificar el
mundo, de trasformar activamente la realidad y
de crear algo nuevo.
El ser humano es productor de
conceptos y categorías estéticas, sobre todo de estas últimas. Inventamos espacios
y realidad imaginarias, imágenes inventadas que hacemos realidad. Somos
constructores de estructuras y nuestra imaginación crea espacios, somos
arquitectos de imaginarios. Proyectamos los artificios de nuestros diseños
haciéndolos reales, los concretamos y los objetivamos, los significamos y los
conceptualizamos, así son traducidos en categorías de realidades específicas.
Por otra parte debemos suponer que todos los seres humanos contamos con las
habilidades mínimas para llevar a cabo el acto creativo, y dejar de lado la
falsa idea que es característica de unos cuantos privilegiados. Así, podemos
decir que la creatividad es capacidad de inventar algo nuevo, de relacionar algo
conocido de forma innovadora o de apartarse de los esquemas de pensamiento y
conducta habituales. (2)
Hasta el momento se sabe muy poco
sobre el origen de la creatividad y su relación con otras capacidades mentales,
pero existen numerosos estudios sobre la ‘personalidad creativa’ y en este momento
los estudios son cada vez más amplios.
Es muy probable que la creatividad, en
tanto que capacidad de innovación, tenga también una influencia biológica importante
en la preservación del hombre. Hablando del desarrollo de la inteligencia de los
Australopitecos Salvador Moyá y Joseph Corbella, en la discusión de las
primeras herramientas, mencionan que este antecesor del homo sapiens era capaz
de utilizar herramientas, pero no fabricarlas, puesto que este proceso es sumamente
complejo ya que para coger una piedra y empezar a tallarla hasta obtener un cuchillo,
uno tiene primero que imaginar el cuchillo terminado antes de empezar a
hacerlo.
Porque si uno no tiene el concepto de
cuchillo no se puede ocurrir hacerlo. Para fabricar una herramienta se requiere
de una capacidad de abstracción mucho mayor que sólo para utilizarla. (3)
La creatividad inicia con un problema
a resolver, toda teorización o técnica o discurso humano inicia con una
cuestión a resolver, con la necesidad de explicarse a sí mismo el mundo que lo
rodea y tener soluciones (por lo menos provisionales), esto se traduce en un
sentimiento de seguridad ante un mundo que se presenta en ocasiones hostil.
Como en el caso de Arquímedes, nos damos cuenta que la sensibilidad para
visualizar y evaluar las situaciones que se consideran problemáticas, así como
la imaginación, son indispensables para encontrar soluciones efectivas a los
problemas.
Todos sabemos que la filosofía y la
ciencia inician por la preocupación de encontrar soluciones, la observación y
la reflexión de los individuos permiten analizar los problemas, en conjunto con
el ingenio y la imaginación, las soluciones afloran ante la sorpresa de lo
cotidiano, de tal modo que se pueden generar situaciones y soluciones que antes
no se habían tenido. Es el acto creativo que ha permitido evolucionar a nuestra
especie en cuanto a tecnología se refiere.
Entonces nos damos cuenta que para
cualquier persona que pretenda solucionar cualquier problema, no basta con la
observación, debe existir sensibilidad para apreciar la situación, del mismo
modo la curiosidad y la motivación son aspectos importantes y sobre todo la
imaginación productora (creadora). La imaginación es un proceso mental dinámico
que además de facilitar la generación de imágenes y deformarlas, implica un
mecanismo de fluidez para pasar de imagen mental a otra. Es la fluidez la que
permite al creador generar uno tras otro diferentes cuadros mentales; la
imaginación los combina y los deforma. (4)
La fluidez: Es un estado mental
dinámico que se presenta alrededor de una idea o situación básica y va
relacionando otras ideas o situaciones, como una excursión mental; la fluidez
en cierta forma se relaciona con otros estados cognoscitivos, si no es que se
puede considerar como sinónimo tal como la asociación libre y la fantasía
guiada. (5)
También en la creatividad se puede
crecer, este elemento llamado fluidez, asociación libre o fantasía guiada es lo
que permite visualizar lo que alguien que no ha “entrenado” su creatividad no
lo vería. Podemos distinguir cuatro tipos de fluidez (6):
La fluidez verbal es la habilidad para
producir palabras, frases o conceptos para expresar verbalmente ideas. La
fluidez asociativa, que es la habilidad que se relaciona con la búsqueda de analogías
y relaciones, tal como lo hace la imaginación productora explicada por Kant, también
encontramos esta fluidez asociativa en el método psicoanalítico descubierto por
Sigmund Freud como guía para la cura de neurosis. Ahora bien: el hipnotismo
había servido para llevar a la memoria consciente del sujeto los datos por él
olvidados. Tenía, pues, que ser sustituido por otra técnica. En esta necesidad
comencé a poner en práctica el método de la asociación libre, consistente en
comprometer al sujeto a prescindir de toda reflexión consciente y abandonarse,
en un estado de serena concentración, al curso de sus ocurrencias espontáneas
(involuntarias).
Tales ocurrencias las debía comunicar.
al médico, aun cuando en su fuero interno surgieran objeciones de peso contra
tal comunicación; por ejemplo, las de tratarse de algo desagradable, desapartado,
nimio o impertinente. La elección de la asociación libre como medio auxiliar
para la investigación de lo consciente olvidado parece tan extraña, que no
estará de más justificarla expresamente. En tal elección hubo de guiarme la esperanza
de que la llamada asociación libre no tuviera, en realidad, nada de libre, por
cuanto una vez sojuzgados todos los propósitos mentales, habría de surgir una
determinación de las ocurrencias por el material inconsciente. Tal esperanza ha
sido justificada por los hechos.
Persiguiendo así la asociación libre
dentro de la observación de la «regla analítica fundamental» antes expuesta, se
obtenía un rico material de ocurrencias que podía ponernos sobre la pista de lo
olvidado por el enfermo. Dicho material no aportaba los elementos olvidados
mismos, pero sí tan claras y abundantes alusiones a ellos, que el médico podía
ya adivinarlos (reconstruirlos) con el auxilio de ciertos complementos y determinadas
interpretaciones. Así, pues, la libre asociación y el arte interpretativo
lograban el mismo resultado que antes el hipnotismo. (7)
Las asociaciones libres se dan por un
proceso exploratorio, libremente imaginativo, sin que se efectúe un examen
cuidadoso y crítico de lo que se está haciendo. “A través de la libre
asociación es como la mente, sin modos deliberados o conscientes, sin prevenciones,
de pensamiento, de idea, de sentimiento a sentimiento; es el proceso más espontáneo,
primitivo, natural y creados del pensamiento”. (8)
La fluidez expresional consiste en la
habilidad discursiva para decir las ideas propias, así como utilizar los medios
expresivos más adecuados, desarrollar la capacidad comunicativa. Y por último
la fluidez imaginativa que es el rasgo más importante para la producción de ideas
y la creatividad. La fluidez imaginativa es la habilidad para producir ideas en
torno a un pensamiento básico. Una prueba de esta habilidad es el proponer usos
diferentes a objetos comunes, este tipo de ejercicios se emplean para promover
este tipo de fluidez. (9)
En este momento es indiscutible que
este tema nos llevaría a la discusión sobre las líneas pedagógicas que
promueven la creatividad y también a criticar el sistema educativo en esta línea,
pero no es fin de este trabajo, sin embargo se harán algunos comentarios a pié
de página al respecto.
En la solución de problemas, la
fluidez es primordial, sobre todo en aquéllos que requieren soluciones
novedosas, tanto para su entendimiento y definición, ya que se presenta como
una destilación de ideas en torno al problema. En este sentido, como señaló
Einstein, nuestros conocimientos son menos importantes que la imaginación, en
virtud de lo limitado de nuestros conocimientos. anteriormente que además de la
fluidez, otras características muy importantes como la flexibilidad, la
originalidad, la destreza de redefinición y la habilidad para sintetizar. Por flexibilidad
entendemos la habilidad para ajustarse espontáneamente y con facilidad de un enfoque
apreciativo a otro, como contemplar una situación desde puntos de vista
alternos; al resolver problemas, la flexibilidad nos permite cambiar de un
plano a otro, para ver en diferentes perspectivas.
Gracias a esta habilidad, Arquímedes
pudo percibir una analogía entre lo que observó en la bañera y como lo
emplearía en el problema de la corona. La flexibilidad aporta al individuo creador
un medio para asimilar sus ideas bajo predicciones mentales. La originalidad se
manifiesta como diferencial de otras formas de pensar generando nuevas ideas.
La destreza de redefinición es la
habilidad de cambiar las funciones y formas de los objetos y utilizarlas en
forma nueva. Muchas de las invenciones o ideas nuevas no son, estrictamente hablando,
completamente nuevas sino rearreglos y nuevas combinaciones de información
previa en la memoria del individuo. La destreza de redefinición le permite al
creativo percibir una concordancia entre una idea de solución a un problema y
otras ideas que resolvieron otros problemas. Se dice que algunas innovaciones
no son producto del trabajo sesudo de individuos creativos sino más bien de
improvisaciones, a veces desesperadas, o un mero reconocimiento accidental de
dos ideas, con nada en común ante los ojos de los demás (10) evaluación de
ideas y su combinación para conducir a una sola nueva y única. Arquímedes sintetizó
su experiencia en la bañera en una teoría que resuelve múltiples problemas incluyendo
en del Rey Hierón. Kant es un genio en esta habilidad sintetizadora, además fue
capaz de explicar claramente en qué consiste la síntesis.
Arce identifica a la fluidez, la
flexibilidad y la originalidad como funciones del pensamiento divergente o
lateral, en oposición al pensamiento convergente, lógico o vertical. Según él,
“el pensamiento convergente es el que evoca ideas y trata de encadenarlas para
llegar a un punto ya existente y definido, si bien obscuro para el sujeto” y
“el pensamiento divergente, al contrario, actúa como explorador que va a la
aventura”. Como ejemplo del primero se menciona al aprendizaje escolar mientras
que el segundo se vincula con la creatividad (11). El pensamiento divergente
deja que la mente indague libremente lo desconocido sin ideas preconcebidas
acerca de lo que se va a encontrar. (12)
Notas:
1.
Lapoujade,
María Noel, Filosofía de la Imaginación, Ed. Siglo XXI, México, 1988,
págs. 21 y 22.
2.
El
ejemplo típico de individuo creativo lo representa Arquímedes, genio de la
antigua Grecia. Según el relato histórico, el rey Hierón de Siracusa pidió a
Arquímedes que encontrara la forma de determinar si la corona que recientemente
le habían hecho, era totalmente de oro. Después de un tiempo, al meterse
Arquímedes en una bañera llena de agua, ésta se desbordó. Con un relámpago de
intuición, ideó el método para resolver el problema. Se dice que gritó: ¡Eureka!,
¡Eureka! Que significa “lo he encontrado”, y corrió desnudo por las calles. El
plan que imaginó consistía en sumergir una cantidad de oro puro, cuyo peso
fuera igual al de la corona, en un recipiente lleno de agua y luego medir la
cantidad de agua desplazada. Después, sumergiría la corona de oro en el
recipiente y compararía el peso del segundo desbordamiento con el primero. Arquímedes,
en efecto encontró una diferencia en el peso del agua desbordada, lo cual
indicaba que la corona no era de oro puro. De esta forma, con una combinación
de casualidad y observación inteligente, Arquímedes descubrió la teoría de la
gravedad específica la cual establece que “un cuerpo sumergido en un líquido
recibe un empuje ascendente igual al peso del líquido desplazado”. Citado por Arce,
Enrique, “La Creatividad: ¿qué es y cómo promoverla?” En Creatividad,
Psicología Iberoamericana, Vol.1. No.1, Marzo 1993, Universidad
Iberoamericana, México, páginas 11-20.
3.
Corbella,
Moyá, et al. Sapiens, el largo camino de los homínidos hacia la inteligencia,
Barcelona, Península, 2000, página 51.
4.
Arce...
pág 15
5.
Arce... pág 15 Otro trabajo sobre fluidez es
el de Csikszentmilhayi, Mihaly, Fluir (Flow), Barcelona, Cairos, 1996.
6.
Ya desde 1950 Guilford (1970) distingue a la
fluidez como un rasgo característico del individuo creativo, la define como
fertilidad de ideas. Citado por Arce...
7.
Freud,
Sigmund, La interpretación de los sueños, en Obras Completas, Traducción
de López-Ballesteros. Versión electrónica.
8.
(Kubil,
1958), citado por Arce
9.
En
este caso podemos citar a los centros educativos que siguen el método
Montessori, en los cuales permiten desarrollar la creatividad de los alumnos, a
diferencia de la escuela tradicional donde se limita a los educandos a ajustar
su conducta y pensamiento a normas establecidas, y obteniendo mejores
puntuaciones quienes más adecuados estén a tales normas. También se puede revisar
el texto de Bateman, Walter, Alumnos cuiriosos, Barcelona, Gedisa, 2000.
Donde propone se adentra en la discusión de un nuevo modo de llevar la
creatividad en el aula y propone técnicas específicas para su ejecución.
10.
Actualmente
existe una línea pedagógica llamada pedagogía de la creatividad (Guildford,
Tylor, Getzes, Jackson). Una nueva corriente, fortalecida como otras por ideas
psicológicas de la actualidad, empalma con el optimismo pedagógico. La
mencionada dirección no sólo reconoce que el educando ha de asumir una actitud
operante y activa, así no que también una disposición descubridora. El pedagogo
norteamericano J. P. Guildford en su trabajo Creativity, publicado en el
American Psychologist, señala que el educando en su proceso formativo no
se limitará a dar soluciones consabidas a los temas propuestos, sino a
encontrar otras más o menos originales y de acuerdo con las exigencias de su
propia vida. El pensamiento en general, declara el autor, puede ser convergente,
si se alinea dentro de lo conocido y previsto por el maestro; o divergente,
si busca inéditas respuestas eficaces y válidas. Larroyo, A., Historia General
de la Pedagogía, México, Porrúa, 1984.
11.
Dewey
afirmaba que los niños no llegaban a la escuela como limpias pizarras pasivas
en las que los maestros pudieran escribir las lecciones de la civilización.
Cuando el niño llega al aula “ya es intensamente activo y el cometido de la
educación consiste en tomar a su cargo esta actividad y orientarla”. Cuando el
niño empieza su escolaridad, lleva en sí cuatro “impulsos innatos –el de
comunicar, el de construir, el de indagar y el de expresarse de forma más precisa”–
que constituyen “los recursos naturales, el capital para invertir, de cuyo
ejercicio depende el crecimiento activo del niño” El niño también lleva consigo
intereses y actividades de su hogar y del entorno en que vive y al maestro le
incumbe la tarea de utilizar esta “materia prima” orientando las actividades
hacia “resultados positivos”. Citado en Perspectivas: revista trimestral de
educación comparada (París, UNESCO: Oficina Internacional de Educación), vol.
XXIII, nos 1-2, 1993, págs. 289-305. UNESCO: Oficina Internacional de
Educación, 1999.
12.
Cfr.
Arce Op. cit. Arce, Enrique, “La creatividad: ¿qué es y cómo promoverla?”, en Creatividad,
Psicología Iberoamericana, Vol. 1 No. 1 Marzo 1993, Universidad
Iberoamericana, México, páginas 11-20.
Omar de
Jesús Reyes Pérez
Universidad del Mar de Oaxaca
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