Los tiempos actuales
exigen del directivo de una institución educativa rediseñar sus funciones a partir
de un análisis y evaluación de las mismas para reformularlas, dando mayor
énfasis a aquellas que le permitan construir una concepción de escuela “como
una comunidad de aprendizaje que priorice la consecución de una capacidad colectiva
del grupo sobre el conocimiento y las habilidades de los individuos” (de
Vicente, 2001, p.8), con la finalidad de lograr con eficacia y eficiencia sus objetivos
organizacionales. Para ello resulta necesario que el directivo asuma una forma
diferente o novedosa para administrar, basada en una nueva manera de organizar
el trabajo educativo, debido a la necesidad imperante de promover cambios
evolutivos en las prácticas educativas ante los nuevos requerimientos
contextuales y tecnológicos.
La educación preescolar es
un servicio educativo que se ofrece durante la primera infancia entre tres y
cinco años once meses de edad , su objetivo
principal es contribuir “al desarrollo integral de las potencialidades de las
niñas y los niños, y, particularmente, de sus competencias cognitivas y socio-afectivas
que constituyen el fundamento del desarrollo de la autonomía personal y aprendizaje
posteriores” (SEP, 2002, p.3), En la actualidad asume dos retos principales:
uno de ellos es el mencionado en la convención de Dakar (citado por Torres,
2000), que tiene como meta expandir y mejorar el cuidado infantil y la
educación inicial, especialmente para los niños y niñas más vulnerables y en
desventaja. El otro, es hacer realidad su obligatoriedad; lo que está planeado en
tres etapas: ciclo 2004-2005 el tercer grado será obligatorio, 2005-2006 segundo
y tercer grado y 2008-2009 primero, segundo y tercer grado (Diario Oficial de
la Federación, 2002).
Aunado a la expansión del
servicio educativo, existen algunos problemas que el nivel enfrenta en cada
plantel educativo, los cuales deben de ser resueltos por cada director en su
centro específico de trabajo y que tienen relación con el proceso de mejoramiento
de la calidad (SEP, 2003):
Planta física y equipamiento: muchos jardines de niños disponen de pocos
recursos materiales para el trabajo con los niños, menos aún de recursos
tecnológicos.
Tamaño de los grupos: a nivel nacional el promedio es de 22 niños por grupo, pero en zonas
urbano marginadas existen grupos de hasta 50 niños, en cuyo caso, el docente consume
mucho tiempo en actividades rutinarias y en mantener el orden y la disciplina
en el grupo, durante la jornada de trabajo.
Necesidades de actualización docente: la Secretaria de Educación
Pública cuenta con un Programa Nacional de Actualización (PRONAP) a través del cual
se imparten periódicamente Talleres de actualización (TGA) al personal de las escuelas
públicas. Sin embargo, aunque ha habido cursos sobre temas como:
·
"Uso
y aprovechamiento del material para juegos y actividades educativos"
ciclos escolares 97-98 y 98-99
·
"El
desarrollo del lenguaje oral en el preescolar" 99-00
·
"Cómo
trabajar las matemáticas" 00-01.
·
"Preescolar:
Formación de colectivos, Medio natural y fenómenos naturales" 01-02
·
"La
lectura en voz alta: una estrategia para promover el gusto por la lectura"
02-03.
·
"Que
se enseña y que se aprende en preescolar" 03-04.
·
“Para
aprender y enseñar mejor en preescolar” 04-05.
Ninguno de los TGA impartidos hasta la
fecha ha sido dirigido específicamente al personal directivo del nivel
preescolar.
La
transformación de la gestión escolar.
Actualmente, las funciones directivas y de supervisión se concentran en asuntos
de orden administrativo pero es importante que el personal directivo promueva
la colaboración profesional por parte de los docentes en asuntos sustantivos como
organización y administración escolar. Asimismo, el docente debe ser apoyado
por una gestión pedagógica realizada por el directivo. Ambos hechos se pueden
lograr a través del trabajo colegiado y del aprendizaje en equipo.
La
participación de los padres de familia hacia el jardín de niños: aunque en apariencia el nivel se caracteriza
por lograr dicha participación, ésta se limita solamente a apoyos para la
realización de materiales o mantenimiento escolar, pero la creación de canales
de comunicación para promover el intercambio de opiniones en relación al tipo
de atención educativa que reciben sus hijos es muy escasa.
El horario de trabajo: para el turno
matutino se labora de 9:00 a 12:00 hrs., el vespertino de 14:30 a 17:30 hrs. En
la actualidad los cambios en las costumbres familiares, como la incorporación
de la mujer al trabajo productivo, requieren que estos horarios sean
compatibles con su jornada laboral.
Además, la educación preescolar, al
igual que otros niveles educativos enfrenta el problema de concebir de manera
muy simplista la función administrativa del director, que consiste de acuerdo a
Pozner (2000, p. 7), en “actividades que se refieren al planeamiento,
instrumentación, coordinación, gestión y control de los servicios”.
Esta concepción tiene su raíz en la
teoría clásica de las organizaciones (Fayol, citado por Duncan 2000),
fuertemente arraigada en los textos y en a formación de directivos y
profesores, que hace énfasis en la similitud de las escuelas con las empresas,
al menos desde el punto de vista de la administración. Siguiendo a Pozner
(2000, p.8) dicho modelo es “rígido” y debe cambiar ya que limita las posibilidades
de innovación y cambio, la autora señala siete supuestos básicos:
1.
“La
administración escolar tradicional dirige la educación como cualquier otra
empresa”. El modelo asumido separa las acciones administrativas de las técnicas
o pedagógicas, concentrando las primeras en la persona del director quien las
organiza y ejecuta de manera rígida.
2.
“La
administración escolar regula las rutinas” El trabajo se racionaliza en dos
funciones: subordinación funcional y previsibilidad de resultados, cada persona
tiene su jefe superior inmediato con el que establece una comunicación oficial
vertical y los resultados esperados, establecidos de antemano en los manuales organizacionales
o en los planes y programas de estudio obstaculizan el mejoramiento, actualización
o innovación del personal ritualizando sus funciones.
3.
“La
autoridad y el control es ejercido a través de indicadores formales”. Las
funciones directivas y de supervisión se restringen a observar la adecuación de
indicadores y conductas frente a un reglamento general y abstracto, en lugar de
centrar su atención a las condiciones particulares de enseñanza o registrar
indicadores de desempeño reales.
4.
“La
cultura rígida engendra estructuras desacopladas”. No existe acoplameniento
entre autoridades, docentes, programas, actividades, padres de familia, etc. es
decir, cada uno actúa por separado, de manera fragmentada, falta comunicación
profesional al interior de las instituciones y el entorno.
5.
“Tareas
aisladas, escasez de equipos”. Las tareas a realizar se delimitan
normativamente y se asignan de manera individual, no se practican relaciones de
cooperación, asistencia, consulta, etc., falta la construcción de redes de coordinación
y trabajo en equipo que propicien la reflexión y construcción colectiva para
crear objetivos compartidos que orienten las prácticas profesionales que genere
visiones compartidas.
6.
“Restricciones
estructurales a la innovación”. La administración escolar institucionaliza
rutinas formalistas de desempeño y control en donde el director restringe sus
funciones solo a la distribución de recursos y es penalizado por el supervisor
cuando no acata la normatividad, garantizando con esto el control, la
previsibilidad y la especialización individual, dejando de lado cualquier
intento de cambio innovador.
7.
“Una
visión simplista de lo educativo”. Un centro educativo ejecuta, implementa y
cumple con las políticas vigentes, pero no se le da oportunidad de diseñar sus
propios programas y estrategias.
Al analizar estas problemáticas, se
puede deducir que uno de los principales desafíos del director o directora del nivel
preescolar, es concebir y propiciar el desarrollo de un nuevo modo de administrar,
en que el eje central sea la creación de capacidades humanas, técnicas e institucionales
para llevar adelante las nuevas misiones en un contexto social incierto y constantemente
cambiante.
Desde esta perspectiva las
organizaciones que cobrarán relevancia en el futuro, de acuerdo a Ramírez
(2004), serán aquellas que descubran y fomenten el entusiasmo, la capacidad de aprendizaje
y de renovación del ser humano en todos los niveles de la estructura
organizacional, mismas que conjuguen un pensamiento sistémico, la mejora
continua en ambientes cambiantes, una visión compartida, un ambiente que
fomente la calidad de vida laboral y el aprendizaje en equipos; organizaciones
que promuevan y reconozcan la capacidad creativa y compromiso de los
involucrados.
Drucker (1998), menciona que el
concepto de organización está evolucionando y sufriendo cambios profundos en el
sentido de que tanto en el presente como en el futuro existirán tantos tipos de
organizaciones como contextos en donde se ubiquen, siendo caracterizadas por "sus propósitos,
tareas, personas que la integran y la cultura a la que pertenece" (p.23)
es decir, de acuerdo a la personalidad de la misma. Lo anterior será
determinante para elaborar un concepto ideal de organización. En este mismo sentido
Duke (citado por de Vicente, 2001), comenta que una escuela constituye una
entidad singular con su propia cultura, subcultura, medio, sociedad y debe rediseñarse
definiendo su visión para satisfacer necesidades futuras a partir de propósitos
claros y universales y metas que satisfagan necesidades básicas humanas.
Un gran reto para el directivo del
preescolar actual !!!, ¿no crees?
Referencias.
Boyett, J. y Boyett, J. (1999). Hablan los Gurús. Bogotá,
Colombia. : Norma. De Vicente, P. (2001). Viaje al centro de la
dirección de instituciones educativas. España.: BILBAO.
Diario Oficial de la Federación, (2002). Decreto de reforma a
los artículos 3º y 31º de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos. México.
Ducker, P. (1998). La organización del futuro. Buenos
Aires, Argentina.: Garnica.
Duncan, E. (2000). Las ideas y la práctica de la
administración: los principales desafíos de la era moderna. México, D. F.:
Oxford.
Pozner, P. (2000). Competencias para la profesionalización de
la gestión educativa. Diez módulos destinados a los responsables de los
procesos de transformación educativa. Argentina. Recuperado el 13 de
abril de 2004 en: http://www.iipebuenosaires.org.ar/difusion/publicaciones/_pdf/competencias/modulo01.pdf
Ramírez, A. (2004). Los Recursos Humanos y su administración
como factor clave de éxito en el desarrollo de las organizaciones dentro del
marco de la Administración por Calida Total Recuperado el 20 de abril del 2004
en: http://asimancas.com/calidad/rechumano.htm
SEP. (2002). La renovación curricular y pedagógica de la
educación preescolar. Puntos de partida, estrategia y organización. México.:
SEP.
Torres, R. (2000). ¿Qué paso en el foro mundial de educación? Recuperado
el 9 de abril de 2004 en: http://www.fronesis.org/documentos/quepasoenelforodedakar.pdf
Mtra. Graciela Nolasco Aviña
Maestra en Administración de Instituciones Educativas y
Docente de Educación Básica
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