viernes, 3 de julio de 2015

Propuesta de trabajo para el nuevo director o directora en jardines de niños: “un liderazgo participativo: la acción del director en una organización inteligente” (2)

En la primera entrega presentamos la propuesta de trabajo, la cual se centra en promover una administración del conocimiento, ya que bajo esta perspectiva se involucran aspectos muy importantes para impulsar el desarrollo organizacional. Revisamos que el logro efectivo de los resultados educativos en preescolar centrados en la promoción del desarrollo integral de las potencialidades de las niñas y los niños, en especial las competencias cognitivas y socio-afectivas; el uso eficiente de recursos, el establecimiento de la misión, la revisión del ambiente, la motivación y el desempeño de los trabajadores. En esta segunda entrega, dejamos el complemento del artículo y abordamos la toma de decisiones y el proceso de cambio organizacional.



4. La toma de decisiones.

Una de las funciones básicas y quizá la más importante de la tarea directiva según Medina (citado por de Vicente, 2001), la constituye la capacidad, determinación  y oportunidad con que un directivo debe tomar decisiones. Su desafío consiste en promover los mejores canales de comunicación para que en el  centro de trabajo se propicie un espacio real de convivencia compartida. Coronel (citado por de Vicente, 2001) menciona que profesores y directores trabajan de manera desarticulada, breve y mediante mecanismos informales. Cada uno de ellos tiene cierto dominio de decisión en algún ámbito escolar, por ejemplo en técnico-operativo o decisiones sobre la enseñanza compete a los docentes al interior de su aula; el de gestión o decisiones de apoyo al directivo en todo el plantel. Ambas debieran de conjugarse para asumir una perspectiva más equilibrada. Al autor propone algunos procesos de comunicación entre ambos para facilitar la toma de decisiones:

§  Participación de ambos en  decisiones que afecten a la escuela como organización.
§  Favorecer contextos de toma de decisiones colectivas a través del trabajo en equipo.
§  Implicar al profesor en gestión de otras tareas organizacionales como apoyo al directivo en comisiones especificas gestoras.
§  Informar en todo momento, compartir problemas, realizar actividades que favorezcan la cohesión entre docentes.
§  Fomentar las relaciones interpersonales, estructuras innovadoras en donde las educadoras sean protagonistas en el campo de la gestión, con responsabilidad, liderazgo compartido y democrático, apoyando a la dirección en la solución de problemas.

En síntesis promover la colaboración entre profesores y directivos para propiciar un ambiente de trabajo en equipo que se oriente a mejorar el plantel educativo y se comprometa con el cambio, no se trata de deslindar responsabilidades, sino que ésta sea compartida.

Gadiesh y Olivet (citados por Hesselbein, et al., 1998), mencionan que el proceso decisorio implica la identificación de decisiones clave, determinar de que manera de han de tomar y asegurarse de que el proceso que implica llevarlas a cabo no entre en conflicto con la estructura organizacional. Los pasos a considerar son los siguientes: 1) determinar decisiones claves para ejecutar una estrategia, 2) identificación de problemas, datos y análisis, 3) enumeración de funciones y responsabilidades tanto individuales como colectivas y 4) describir el proceso y cronograma para reuniones de información.

Se sugiere utilizar dos herramientas que pueden ser bien acogidas en un jardín de niños por ser creativas:
La primera se denomina planimetría decisoria que consiste en elaborar un plano de decisiones que clave de manera gráfica y cronológica se visualice el proceso de los involucrados para analizar deficiencias y evaluarlo. La segunda es una matriz para diseñar un nuevo proceso, en una coordenada se ubican la decisiones clave y en otra los principales actores indicando además las funciones que deben cumplir (recomendaciones, acuerdos, informaciones decisiones, etc) esto permite visualizar tanto las convergencias como las divergencias en el proceso.

Algunas técnicas que apoyan el proceso decisorio son las siguientes (Mercado, citado por Zepeda, 1999):

a)    Entrevistas a expertos: al obtener sus puntos de vista sobre alguna situación en cuestión, se pueden aprovechar sus aprendizajes para decidir.
b)    Análisis de tendencias: la elaboración de gráficos simples como el mencionado anteriormente, la planimetría decisoria, se puede visualizar las tendencias que siguen los fenómenos.
c)    La técnica Delphi: consiste en presentar a un grupo de expertos las posibles alternativas a una situación determinada y cada uno anota su elección, razones y resumen de opiniones para que sean reconsideradas por el personal. Este ciclo se repite de tres a cinco veces hasta que se llegan a consensos sobre la toma de decisiones.
d)    La técnica TJK: se emplea para detectar posibles causas de los problemas así como para proponer soluciones a los mismos por medio de una serie de tarjetas en las cuales cada educadora llena cinco en las que expresa sus puntos de vista. Después se agrupan por temas comunes y se guardan en sobres las que son similares, estos se distribuyen entre los participantes y cada uno se encarga de escribir en una sola tarjeta una síntesis de todas las que contiene el sobre. El proceso se repite hasta que quedan dos sobres y la síntesis final constituye la conclusión del ejercicio.
e)    El árbol de decisiones: consiste en hacer diagramas de los eventos posibles que se desencadenarán a partir de cada una de las alternativas que son consideradas para solucionar un problema.


5. El proceso de cambio en la organización.

Shlechty (citado por de Vicente, 2001), menciona que “el cambio comienza cuando alguien está en posición de reconocer su necesidad y tiene la capacidad de conceptuar y articular su naturaleza” (p. 29). Un cambio efectivo es aquel que involucra a todos los que participan en la determinación de propósitos ya que son quienes aportan su energía y compromiso emprendedor al apoyarlo. Este es verdadero cuando impacta uno o varios ámbitos y ambientes como: estructurales, la enseñanza y el aprendizaje, el trabajo profesional docente, las relaciones escuela familia y comunidad, comunicación entre otros. (Lieberan y Miller, citados por de Vicente, 2001).

Al iniciar un proceso de cambio se debe considerar lo siguiente según Gadiesh y Olivet (citados por Hesselbein, et al., 1998):
§  Creación de contextos apropiados para la reestructuración utilizando argumentaciones claras, motivada por factores externos, en este caso la reforma del nivel preescolar, que demuestren la necesidad de cambios urgentes.
§ Crear un cuadro vívido prospectivo, como el ejercicio con que inicia el planteamiento de esta propuesta, esto ayuda a clarificar, orientar y motivar.
§ Comunicar como será la nueva estructura organizacional y como funcionará realmente.
§  Realizar un control de la transición, en este sentido el directivo retoma sus funciones de orientador, conductor y controlador de la situación pero desde una perspectiva participativa.
§  Tener paciencia, ya que para que el nuevo diseño funcione toma su tiempo.

Un cambio profundo a nivel organizacional implica ciertas modificaciones en la cultura de la misma, Medina (citado por de Vicente, 2001, p.80) sugiere apoyarse en las siguientes fases y metodologías para facilitar el proceso:

Fase 1. Deliberación del  programa innovador. La metodología y técnica: diálogos, grupos de discusión, llegar a acuerdos y trabajo en equipo.
Fase 2. Implicación de los involucrados en el diseño, puesta en práctica, seguimiento y valoración formativa del proceso, mediante: narraciones, cuaderno de campo, acuerdos compartidos en el diseño y desarrollo, estudio etnográfico del proceso.
Fase 3. Toma de decisiones del proceso innovador: generar condiciones para la investigación innovadora de aula mediante el auto análisis colaborativo y personal de la práctica sea institucional, trabajo en el aula, contextual, etc.
Fase 4. Armonía de diversos niveles de investigación innovadora en ámbitos de gestión, trabajo en el aula, comunitario, mediante la comprensión en si del proceso de cambio vivido utilizando para ello la hermenéutica.

Boyett y Boyett (1998), mencionan que existen ciertos factores relacionados con la resistencia que se presentan en los protagonistas de un cambio, los cuales debe identificar y considerados el directivo del jardín de niños, para que no le tomen por sorpresa al momento de aparecer y pueda considerar las mejores soluciones al mismo:

§ Percepción de consecuencias negativas.
§ Miedo a tener que trabajar más.
§ Necesidad de romper hábitos.
§ La falta de comunicación.
§ No considerar que los esfuerzos para el cambio tienen que ser globales e incluir todos los aspectos de la organización.
§ La sublevación de los empleados.

Considerando la técnica de Jacobs (citado por Boyett y Boyett, 1998), denominada “eventos de cambio estratégico en tiempo real” (p.84), se pueden promover en el jardín de niños una serie de conferencias dirigidas tanto al personal docente como a la comunidad de padres de familia y autoridades correspondientes que tienen interés por el trabajo que se realizan en el plantel, planificadas en base a las necesidades del plantel y sobre cuáles serian los mecanismos mas adecuados de cambio para que la organización tuviese éxito en el futuro.

El propósito central de estas conferencias es: Hacer entender a los miembros del plantel educativo y de todos aquellos interesados en su funcionamiento la necesidad de cambio, formular una visión compartida del futuro más pertinente así como de generar compromisos y acciones estratégicas para avanzar hacia esa visión. Considerando la guía de conferencias del autor se sugiere considerar la siguiente carta descriptiva:

PRIMER DIA:
§ Presentación y propósitos de la serie de conferencias.
§ Contar nuestras historias: compartir retos y expectativas, oportunidades y debilidades tanto institucionales, personales y de grupo. Graficar mediante una técnica lo anterior y exponer en un mural.
§ Compartir puntos de vista sobre la perspectiva del liderazgo: el director o directora presenta los retos y oportunidades que enfrenta la organización, la visión y el papel de los equipos en su logro.
§ Diagnóstico de la organización: analizar la situación actual en lo referente a el trabajo en equipo, toma de decisiones, comunicaciones, etc. cada participante registrar por escrito sus percepciones respecto a ellas y compartirlas.
§ Participación de un experto sobre la materia: el invitado especial (puede ser un inspector, jefe de sector, alguna autoridad educativa, por ejemplo) participa en temas relacionados a como serán las organizaciones preescolares en los próximos años.
§ Participación del cliente: en este momento se abre más la participación de los padres de familia para exponer sus puntos de vista para conocer las necesidades y expectativas sobre el jardín de niños.

SEGUNDO Y TERCER DIA.
Compartir experiencias entre las educadoras para iniciar el proceso de cambio con base al trabajo del día anterior, iniciar un plan estratégico sobre como mejorar globalmente los procesos organizacionales, implementar y monitorear resultados. En reuniones periódicas, por ejemplo las de consejo técnico o círculo de estudios que se realizan una vez al mes durante toda la jornada de trabajo, analizar avances y resultados tanto a nivel organizacional como individual.


6.  El conocimiento del contexto en donde opera la organización.

El jardín de niños, al promover el desarrollo de competencias socio-afectivas en los niños y niñas en edad preescolar, debe establecer una estrecha relación con la comunidad circundante buscando las estrategias más pertinentes para promover la apertura colaborativa hacia la institución por parte de los padres de familia. La participación que hasta el momento han realizado se limita, de acuerdo a Pérez (citado por de Vicente, 2001) a reuniones informativas, actividades extraescolares, elaboración de materiales didácticos, etc., cuando debieran ser una acción enriquecedora para la visión profesional de las educadoras, bajo un sentido crítico positivo para alcanzar mejoras en los procesos de enseñanza aprendizaje.

Esta nueva concepción asume que la educación en la escuela es un servicio, y se complementa con la educación del hogar que es igualmente importante para el desarrollo de los niños y las niñas preescolares. Solamente a través de la cooperación ambas pueden cumplir sus funciones de educar y desarrollarlos con eficacia. Muchos padres pueden carecer de una preparación profesional en la educación, pero debido a que ellos tienen mejor comprensión de la personalidad y necesidades de desarrollo de sus hijos, se convierten en una fuerte influencia para ellos.

Por lo tanto resulta necesario que tomen un papel más activo y formen una asociación con el jardín de niños para educar a sus hijos. El vínculo entre escuela y hogar se convierte en un proceso continuo de cooperación, involucrando a ambas partes con claros objetivos y esfuerzos sistemáticos para educar a los niños.

Una acción que puede emprender el director para abrir canales de comunicación y vinculación con ellos es iniciarlos en una preparación para colaborar con el centro con algunas de las siguientes actividades sugeridas por el autor:

§  Organizar reuniones para conocerse mejor, sus expectativas y conocimiento sobre la función del nivel preescolar.
§  Compartir ideas clave en torno al modelo educativo del jardín de niños para facilitar su comprensión ya que siempre esperan más del nivel, por ejemplo el aprender a leer y escribir.
§  Con la información anterior elaborar un diagnóstico sobre la valoración de la comunidad sobre el plantel educativo para iniciar un programa de mejora que promueva más la vinculación de la comunidad  con los proyectos escolares.
§  Este programa incluiría acciones de asesoramientos y capacitación sobre sus obligaciones y funciones en el proceso enseñanza aprendizaje de sus hijos, resolver problemas académicos, acercarlos más a sus hijos, etc. Actualmente en el nivel se operativiza el programa de escuela para padres bajo esta perspectiva.

Otras actividades que favorecen el conocimiento del contexto donde opera el jardín de niños de acuerdo a Fullan y Stiegelbauer (2000), son:

  • Que la participación paterna sea parte fundamental de la definición y la misión de la escuela y que ésta sea acorde a las posibilidades del contexto. De esta manera las visiones tendrán sentido real para lograr resultados eficientes.
  • Nombrar un coordinador a nivel escuela, para que trabaje conjuntamente con la directora del jardín de niños y con las educadoras para iniciar, apoyar y coordinar la participación de los padres de familia.

León (citado por de Vicente, 2001), sugiere además incorporar actividades extraescolares como la formación de un círculo de amigos, cuyos integrantes comparten intereses comunes en relación a problemáticas o temas de interés. Se puede incorporar en la biblioteca escolar, literatura o videos que contenga temáticas actuales sobre la formación de los hijos o de pareja. Torres (citado por de Vicente, 2001), menciona que realizando las actividades anteriormente sugeridas se pueden lograr las siguientes metas: Desarrollar actividades educativas y socializadoras de manera conjunta al compartir las instalaciones del plantel, desarrollar programas preventivos como salud, seguridad y emergencia escolar, asociación de padres de familia, consejos de participación social, etc. que actualmente se llevan a la práctica en preescolar, pero no con el éxito que se debiera por realizarlos como programas complementarios y no con el carácter participativo que se requiere.


Recomendaciones.

Los desafíos de la actual  en relación a las ideas y prácticas que se realizan en el campo administrativo exige, de acuerdo a Duncan (2000) reorientar líneas de acción en las prácticas de los directores para lograr que la organización cumplan con los fines para los que fue creada. Para iniciar un proceso de cambio, debe estar plenamente convencido, ya que de su actitud dependerá el lograr involucrar a quienes participarán y se beneficiarán directamente con él.

Los desafíos que debe afrontar son: el desarrollo de una gestión basada en la comunicación e información efectiva, ambientes laborales motivantes que mejoren el desempeño del personal, asumir un liderazgo transformacional colaborativo que impulse la formación de comunidades de aprendizaje con los maestros, además de reconsiderar su función básica de planeador bajo un enfoque estratégico que involucre al colectivo en un ejercicio de trabajo en equipo participativo en donde cada uno de los integrantes tenga bien definidas las metas que orienten hacia el logro de los propósitos de la organización.

Las recomendaciones para lograr estos desafíos son las siguientes:

  • La directora o director quien desee iniciar un cambio en la organización de su jardín de niños debe iniciar este proceso compartiendo sus inquietudes con el personal tanto como con su jefe inmediato superior. Dado que la base de todo cambio efectivo la constituye el diálogo constante y la colaboración. Esta colaboración debe contar desde su inicio, considerando que es una institución  pública, con la participación y apoyo de la supervisora. Dicho diálogo inicial puede dar origen a dos trabajos paralelos: a) la revisión documental y personal de procesos de cambio. La documental puede ser a través de un seminario y la personal a través de un taller en que los participantes expongan su participación en otros procesos de cambio. Un producto del trabajo de este taller sería la construcción de una base de datos para compartir dichas experiencias; y b) la elaboración de un diagnóstico de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas.(FODA)
  • Derivado del FODA se puede proceder al establecimiento de la visión y misión de la institución; así como un Programa de innovación que contemple cambios y acciones a corto plazo  (a partir del momento); mediano (durante el ciclo escolar que se inicia) y a largo plazo (3 a 5 años).
  • Entre las acciones a corto plazo destacan la práctica de un liderazgo que fomente la participación del personal del jardín, la construcción del proyecto escolar y la elaboración del FODA ya mencionada.
  • Entre las acciones a mediano plazo se encuentran todas aquellas planteadas en el proyecto escolar del ciclo o plan de mejora  y que contemplen el cambio en el liderazgo, en la organización de actividades y en la toma de decisiones. Así como el impulso a los procesos indagadores y recuperadores del saber de las educadoras en lugar del llenado de documentos oficiales. Es decir procesos participativos  contrarios a las prácticas  burocráticas. Por ejemplo, en el consejo técnico escolar, círculos de estudio,  o en la exposición ante la sociedad de padres de familia de las necesidades materiales que se deben cubrir con los recursos financieros que la sociedad maneja. También entre las acciones a mediano plazo se encuentra la invitación al supervisor para que se involucre de manera mas activa a partir del segundo año. El supervisor (a) puede contribuir participando en un segundo taller y compartiendo sus experiencias aumentando el acervo de la base de datos.
  • Entre las acciones a largo plazo: se puede contemplar la invitación a la sociedad de padres a la elaboración del proyecto escolar. No es conveniente invitarlos desde el primer año porque no se puede cambiar todo radicalmente; sino que primero se debe generar un verdadero trabajo colegiado entre el personal y el director debe afianzar en si mismo la práctica de un liderazgo participativo.
  • El director (a) debe establecer desde el inicio  formas de evaluación que le permitan retroalimentar el cambio que pretende implementar, ello requiere contar con propósitos que además de estar ampliamente consensuados, estén claramente definidos.  Para evaluar, dado que la construcción de indicadores puede ser también un proceso que apenas se inicie se recomienda el uso de técnicas cualitativas tales como diarios de campo, las narraciones personales y observadores participantes.
  • Por último se recomienda conocer el potencial humano con que cuenta el jardín de niños y que éste sea reconocido en el momento de iniciar un proceso de cambio profundo, ya que éste representa su activo más importante tanto a nivel individual como colectivo y una oportunidad para promover un entorno de trabajo colaborativo y compartido, en donde se produzca de manera constante el aprendizaje para que puedan tomar las mejores decisiones en el momento preciso y estar a la vanguardia educativa.



Referencias.

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Duncan, E. (2000). Las ideas y la práctica de la administración: los principales desafíos de la era moderna. México, D. F.: Oxford.
Fullan, M. G..,&  Stiegelbauer, S. (1997). El cambio educativo: Guía de planeación para maestros (Moreno, M. Trad.). México, D. F.: Trillas.
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Zepeda, F. (1999). Psicología organizacional. México. : Pearson Educación.







Graciela Nolasco
Maestra en Administración de
Instituciones Educativas


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