martes, 26 de mayo de 2015

A fondo: la teoría cognitiva del aprendizaje de Jean Piaget


El docente, y todos aquellos que detrás de diversas instancias se involucran en la tarea educativa, de ninguna manera deben permanecer al margen de los debates científicos que se dan en torno a los mecanismos y procesos que genera el aprendizaje.

 
En las últimas décadas con el surgimiento y desarrollo de ciencias como la neurociencia cognitiva, la neuroanatomía, la neurofisiología y de las ciencias cognitivas en general, la discusión desde los diversos enfoques se hace más enriquecedora arrojando importantes resultados que facilitan la labor en las aulas. En este primer apartado se abordará lo relativo desde la psicología cognoscitiva.

 
La psicología cognitiva estudia los procesos del pensamiento y la elaboración de la información, llamando a estas elaboraciones percepciones y a su procesamiento cogniciones; en consecuencia, considera el aprendizaje como la actividad mental del organismo por la que se alcanza un nuevo estado cognitivo a partir de un estado inicial y de una interacción con el medio (Psicología cognitiva, 2004).

 

Los teóricos cognitivos, a diferencia de los conductistas, hablan más del aprendizaje de situación que del aprendizaje de respuestas, más del desarrollo de cogniciones que de los vínculos estímulos-respuestas.

 

Hablar de la teoría cognitiva del aprendizaje obliga invariablemente a citar las aportaciones del biólogo y psicólogo suizo Jean Piaget quien “elaboró una de las teorías más detalladas y reconocidas del desarrollo cognoscitivo infantil en la que, además de ofrecer una explicación coherente y sistemática de los procesos mentales humanos, hace una exposición del poder, la complejidad y la organización del pensamiento” (Case, 1984; citado por Henson y Eller, 2000, p. 41). Propuso que los niños no son simples receptores pasivos de la información de su entorno, por el contrario, “sus pensamientos son modificados por el ambiente en la medida que hacen una interpretación activa de las nuevas experiencias y las adaptan a lo que ya saben” (Henson y Eller, 2000; p. 42).

 

Pero, ¿Cómo los niños aprenden de las experiencias? Para ello expone que aprenden en la medida que van alcanzando niveles cognoscitivos de pensamiento que les permite entenderla. Estos niveles los identifica como etapas del desarrollo cognoscitivo:

 

Las etapas establecidas por Piaget para el Desarrollo Cognitivo son las siguientes:

 

a)    Sensoriomotriz (desde neonato hasta los 2 años) cuando el niño usa sus capacidades sensoras y motoras para explorar y ganar conocimiento de su medio ambiente.

b)    Preoperacional (desde los 2 a los 7 años) cuando los niños comienzan a usar símbolos. Responden a los objetos y a los eventos e acuerdo a lo que parecen que "son".

c)    Operaciones concretas (desde los 7 a los 11 años) cuando los niños empiezan a pensar lógicamente

d)    Operaciones formales (desde los 11 años en adelante) cuando empiezan a pensar acerca del pensamiento y el pensamiento es sistemático y abstracto.

 

Como resultado de sus mismas investigaciones precisó que no todas las personas alcanzan estos niveles o etapas exactamente a la misma edad, o bien, jamás alcanzarán el nivel cognoscitivo más alto; factores sociales son los que intervienen en estas variaciones.

 

Propone tres mecanismos para el aprendizaje (Sang, 2004):

a)    Asimilación: adecuar una nueva experiencia en una estructura mental existente.

b)    Acomodación: revisar un esquema preexistente a causa de una nueva experiencia.

c)    Equilibrio: buscar estabilidad cognoscitiva a través de la asimilación y la acomodación.

 

Los niños utilizan el proceso de adaptación para alcanzar un estado de equilibrio o de balance que ocurre cuando cambian el ambiente para ajustarlo a sus esquemas actuales (asimilación) y cuando cambian sus esquemas para ajustarlos al ambiente (acomodación). A medida que los niños logran el equilibrio, alcanzan niveles más altos de pensamiento, lo que les permite pasar por las cuatro etapas de desarrollo (Henson y Eller, 2000). De este proceso de adaptación se desprende la noción de esquema y operaciones, básicos en la teoría de Piaget.

 

Esquema es un tipo de conducta estructurada susceptible de repetirse en condiciones no absolutamente idénticas; al darse se van a ir diferenciando en nuevos esquemas que a su vez darán lugar a otros esquemas diferentes (Delval, 1994). Este concepto permite incorporar al medio, es decir, actuar sobre él al mismo tiempo que se modifica dando lugar a esquemas nuevos mediante un proceso de acomodación. “La asimilación y la acomodación, como los dos aspectos del proceso adaptativo, son los responsables del desarrollo de la conducta” (Delval; pp. 65 – 66).

 

La dinámica de adaptación se explica mediante en concepto de las operaciones definidas como las acciones interiorizadas o interiorizables, reversibles y coordinadas en estructuras de

conjunto.

 

“La idea de sistema de conjunto es especialmente importante por cuanto que un esquema no permanece aislado sino que está conectado con otros esquemas de acciones. De esta manera el sujeto va construyendo una representación de la realidad y va actuando sobre ella. La fuente del conocimiento está siempre en la actividad del sujeto que nunca es pasivo sino que busca en el medio los elementos para modificar sus esquemas” (p. 66).

 

En consecuencia, para Piaget el aprendizaje es una interacción entre el individuo y el ambiente, llegar al entendimiento es descubrir y reconstruir para producir y crear (Shunk, 1997). Propone tres principios básicos de su teoría para el aprendizaje en el aula:

 

a)    Posiblemente, el rol más importante del profesor es proveer un ambiente en el cual el niño pueda experimentar la investigación espontáneamente. Los salones de clase deberían estar llenos con auténticas oportunidades que desafíen a los estudiantes que deberán tener la libertad para comprender y construir los significados a su propio ritmo a través de las experiencias como ellos las desarrollaron mediante los procesos de desarrollo individuales

b)    El aprendizaje es un proceso activo para lograr el equilibrio. Por lo que el alumno se convierte en el hacedor de su aprendizaje y el docente es el facilitador del aprendizaje.

c)    El aprendizaje es un proceso activo en el cual se cometerán errores y las soluciones serán encontradas. Estos serán importantes para la asimilación y la acomodación para lograr el equilibrio.

 

 

Referencias:

Delval, J. (1994). El desarrollo humano. México, D. F.: Siglo XXI Editores.

Henson, K. T. y Eller, B. F. (2000) Psicología educativa para la enseñanza eficaz. México, D.F. Thomson. Psicología Cognitiva (2004) [En red] Disponible en: http://psicologiacognitiva.consultapsi.com/Introduccion.htm

Sang B. M. (2004) Teoría y Práctica en la implementación del "constructivismo" en

República Dominicana. En Monografías. Com. [En red] Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos5/construc/c onstruc.shtml

Shunk, H (1997) Teorías del Aprendizaje. Aprendizajes y procesos cognoscitivos complejos. México.: Printice Hall

 

 

 

Gabriel Osnaya Vargas

Maestría en Ciencias de la Educación

Maestría en Administración de Instituciones

Educativas

Doctorado en Educación

No hay comentarios:

Publicar un comentario