La educación
ha pasado por diferentes adaptaciones, gracias a los cambios políticos, sociales,
económicos y tecnológicos que se han venido dando en el mundo entero, por eso, se
ha visto forzada a buscar nuevos métodos, nuevos caminos y nuevas formas de
hacer las cosas. Uno de estos nuevos caminos es adaptar la planeación
estratégica empresarial al ámbito escolar, tratando con esto de mejorar la
calidad de la educación en todos sus aspectos más importantes.
Así pues,
podríamos decir que la planeación estratégica es una formulación, consiste en
el diseño y desarrollo de un plan donde se define y determina el rumbo de una
organización.
Este
desarrollo se hace de manera consciente en base a estrategias que se elaboran
antes de que la acción se ponga en práctica y con un propósito determinado.
Durante
el desarrollo de este plan de acción se consideran las fuerzas y debilidades en
la revisión del ambiente interno de la organización y se evalúan las
oportunidades y amenazas del ambiente externo. Un balance adecuado de estos
factores permite ajustar objetivamente las estrategias y redefinir las metas correspondientes.
Es un proceso conceptual que se orienta a la reflexión y meditación, ya que su
diseño debe pasar por un proceso racional, controlado y consciente.
En la
planeación estratégica se definen tres premisas importantes, que son:
estrategias, metas y objetivos, así como el apoyo a la visión, misión y
principios de la institución. Otros factores de igual relevancia que se deben
considerar en este tipo de planeación son el tiempo, ideas fijas y el enfoque
de las estrategias.
La
administración estratégica implica entretejer las relaciones entre el
pensamiento, la acción y el aprendizaje. Como el aprendizaje no es estático,
sino cambiante y generativo, de aquí la importancia que hay que dar a la
relación que hay entre el proceso de aprendizaje con las ideas y acciones que
se dan en la institución.
De
acuerdo a estas definiciones, se pueden definir cuatro elementos en común según
Andrews y Ansoff, en Mintzberg, 1997:
Ambiente: serie de
condiciones ajenas a la empresa, a las que ésta debe responder. Algunas de estas
condiciones son negativas (amenazas) y otras positivas (oportunidades).
Misión: la empresa
debe establecer metas y objetivos básicos. El objetivo del nivel más alto es la
misión, es decir, una definición de la razón de existir de la empresa.
Análisis
de la situación: la gerencia de la empresa debe realizar un análisis de la misma, con
el objetivo de determinar su posición en el ambiente y su cantidad de recursos.
Este análisis se conoce como Fuerzas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas.
Proyecta
como aplicar sus recursos: a efecto de
alcanzar sus metas y lograr adecuarse lo mejor posible a su ambiente.
Por otro
lado, Romo M. (2003)
establece cuatro aspectos fundamentales de la
planeación estratégica para lograr un enfoque a futuro:
·
Toma de decisiones en la actualidad a fin de modificar las
tendencias a futuro, esto permite identificar amenazas y oportunidades reales.
No solo es un proceso, sino que es una filosofía de hacer las cosas y tiene una
estructura que sistematiza ese proceso. Es importante enfatizar, que el diseño
de futuro deseado en este caso, implica las acciones mediante las cuales se
podrá alcanzar. Esto implica un proceso de establecimiento de metas y la
definición de estrategias y políticas para lograrlas
·
Debe de ser participativa "involucra todas las áreas de la
organización en el desarrollo de los planes que aseguren el logro de las metas
de acuerdo a la misión" (Romo, M. 2003). Por tanto, debe convertirse en
una forma de pensar, de tal forma que inspire a todos a participar aportando y
dando lo mejor de sí, ya que de acuerdo al enfoque de sistemas, el resultado
será sinérgico, si todos los elementos apoyan en la misma dirección habrá menos
pérdida de energías en coordinar los esfuerzos para alcanzar las metas
previstas
·
Requiere del trabajo en equipo, dice el autor, "Si todos los elementos
apoyan en la misma dirección habrá menos perdida de energía"; Senge (1998)
se refiere a este como uno de los aspectos que propician el aprendizaje en
equipo y lo llama un fenómeno de alineamiento "Un grupo de personas
funciona como una totalidad (...) es la condición necesaria para que la potencia
del individuo infunda potencia al equipo" (p.294-295).
·
Es fundamental considerar que la información oportuna y adecuada
será de vital importancia en la definición de estrategias, programas, planes y presupuestos.
Desde luego es un proceso cíclico que está en constante revisión y ajuste, de
acuerdo a calendarios perfectamente definidos.
Por otra
parte Bryson, (1988) identifica ocho pasos en el proceso de planeación
estratégica:
·
Acuerdo e inicio del proceso
·
Identificación de los mandatos institucionales
·
Clarificación de la misión y los valores institucionales
·
Evaluación del medio ambiente externo, oportunidades y amenazas Evaluación
del ambiente interno, fortalezas y debilidades
·
Identificación de los aspectos estratégicos que enfrenta la
organización
·
Formulación de las estrategias que resuelvan estos aspectos
·
Establecer la visión organizacional del futuro.
De estos
aspectos se desprenderán acciones y resultados, que serán evaluados en cada uno
de ellos, para tener una evaluación integral y que no que se deje hasta el
final.
Para el
análisis estratégico es importante tener en cuenta ciertas herramientas que permitan
realizar un estudio significativo en aportaciones y valioso en precisión y
objetividad.
Análisis
de Portafolio: cuando el tamaño de la institución
implica diferentes programas, niveles de instrucción o divisiones equivalentes es
muy conveniente fraccionar el análisis para poder entrar en detalles
particulares en cada caso sin caer en generalizaciones vagas o ambiguas, de tal
manera que se definan estrategias específicas para cada programa o nivel. Esto
implica fraccionar la información en unidades estratégicas de negocio las
cuales se pueden analizar de manera independiente y después ensamblarlas dentro
de un plan global para el logro de los objetivos y metas institucionales.
Lo
fundamental con este análisis es buscar las condiciones óptimas de desempeño en
las cuales podamos operar y ofrecer los servicios que se requieren aportando
algo extra que nos distinga de la competencia.
Matriz
Crecimiento-Participación: este diagrama
nos permite establecer gráficamente nuestro portafolio incluyendo cada uno de nuestros
programas o productos ofrecidos al mercado. Muestra la participación relativa
de los programas de acuerdo a los competidores, proporción en la cual se
participa en el mercado y los ingresos que se perciben por cada programa. Este
diagrama se puede completar con información de diferentes períodos para analizar
tendencias y evaluar el comportamiento de la institución con respecto a los
demás participantes en el sector.
De aquí
se pueden desprender diferentes tipos de estrategias básicas, que son:
·
Ganar participación en el mercado (incrementar el número de
estudiantes de nuestros programas)
·
Mantener la participación en el mercado (evitar que la demanda por
nuestros programas disminuya)
·
Recuperar inversión o recursos de programas que se pronostica que
van a disminuir pero que todavía dan buenos resultados
·
Retiro o abandono de programas que ya no son atractivos o en los
cuales se tiene una presencia marginal o mínima.
El
resultado de este análisis debe conducir a:
·
Verificar el balance interno de la institución
·
Verificar las tendencias de los programas
·
Evaluar la competencia.
·
Considerar otros factores no incluidos en el portafolio
·
Desarrollar portafolios "meta" posibles o alternativos
·
Verificar el balance de los portafolios meta y seleccionar el más
adecuado.
Análisis
externo: en este ámbito debemos evaluar muy detenidamente el entorno de
cada una de las instituciones, sin embargo es interesante destacar las
coincidencias que se han obtenido en multitud de estudios en diferentes países
principalmente entre instituciones públicas donde sistemáticamente aparecen
algunos factores por lo que es pertinente anotarlos y tenerlos presentes para no
perderlos de vista en cada caso en particular.
·
Aspectos relacionados con financiamiento y políticas públicas de
inversión y distribución de recursos
·
Cambios en los valores sociales y políticos en el entorno nacional
y local, en particular aspectos relativos a dinámica poblacional y su efecto en
los niveles de demanda educativa e inscripción
·
Tendencias tecnológicas, sobre todo lo relacionado a
comunicaciones, cómputo y sistemas de información
·
Incremento en los riesgos y costos de las responsabilidades de las
instituciones educativas frente a la sociedad, por ejemplo, legislaciones
laborales, de seguridad social etc.
·
Apertura de mercados, otros participantes en sectores educativo y
de entretenimiento y su influencia en la demanda de actualización de los
procesos educativos.
Cada uno
de estos aspectos podrían generar amenazas u oportunidades para las instituciones
en las que participamos, pero puede servir como punto de partida para la investigación
y evaluación, porque para cada amenaza u oportunidad se deberá de cuantificar en
qué medida y en qué grado se daría la afectación bajo diferentes supuestos.
Ahora bien,
después de haber analizado a profundidad la planeación estratégica, es importante
destacar la diferencia que existe entre ella y la planeación operativa, con el
fin de determinar claramente las funciones de cada una.
La planeación
operativa consiste en la implantación de la planeación estratégica; la acción puesta
en práctica de los planes y la aplicación de las estrategias. En la planeación operativa,
se adoptan sólo las estrategias centrales para que sean operativas y abarca los
programas curriculares, los proyectos y los planes de acción de la institución.
La formulación que es la planeación estratégica y la implantación, la
planeación operativa, van juntas para que se pueda dar el proceso de aprendizaje.
Estas se
complementan porque cada tipo de planeación, incluyendo también la normativa,
son un insumo diferente para el funcionamiento de la institución. Es inevitable
que si algo falla en una va a repercutir en el funcionamiento de la otra, ya
que funciona como un sistema.
En conclusión,
la planeación normativa identifica y hace explícitos los propósitos de la organización
y lo que ésta considera importante. La planeación estratégica define las acciones
necesarias para que ese propósito se realice y la planeación operativa especifica
qué se necesita, en términos de personas, recursos y tiempos, para que las acciones
se lleven a cabo.
Como se
puede ver cada planeación se enfoca a aspectos distintos, pero están
interrelacionadas. Se hace obvio que todo proceso de cierto nivel de complejidad
como es el caso de la planeación estratégica, involucra aspectos negativos y
positivos que se derivan del mismo. Uno de los aspectos negativos más comunes
en este sentido es la ausencia de apoyo a la planeación por parte de la alta dirección
y un "clima" en la organización no acorde con la misma.
Los
administradores desatentos y las organizaciones disfuncionales son los
pecadores, no los planificadores mismos o sus sistemas. Citando a Abell y a Hammond,
en Gallardo (1994): "Las causas subyacentes de los problemas de hacer que
la planeación funcione, rara vez son las deficiencias técnicas del proceso de planeación
o los enfoques analíticos; constituyen, más bien, problemas de la naturaleza
humana".
También
se puede decir que no hay coherencia entre lo que los directores piensan que es
la misión de la institución, con lo que las demás personas del equipo piensan
de la misma, esto provoca un desfase y no se logran establecer las estrategias
adecuadas para realizar la planeación. Tomando en cuenta la definición de de la
planeación como un procedimiento formal para generar resultados articulados, en
la forma de un sistema integrado de decisiones; es decir, la planeación se refiere
a la formalización, lo que significa la descomposición de un proceso en pasos
claros y articulados.
La
planeación está asociada de esta manera a un análisis "racional".
Podríamos decir que este proceso es un ciclo, que será beneficioso en la medida
que se tomen en cuenta todos los pasos y aspectos importantes del mismo, sin
olvidar que si se toma a toda la institución como un sistema, cada una de las
planeaciones es importante para la misma y van a estar dirigidas hacia el
camino correcto y de esta manera obtener la calidad de la educación que es el
fin último de la misma.
Factores
internos y externos que influyen el proceso de planeación en las instituciones educativas
La
educación se enfrenta al reto de mejorar la calidad de sus procesos de
planeación, pues el mundo se encuentra con nuevas formas de producción que
requieren cambios de actitudes y disposición para el aprendizaje. La sociedad
exige a las instituciones educativas una mayor vinculación con los procesos que
están definiendo el futuro del país. Los principales desafíos del sistema de educación
de nuestro país son: a) el cambio demográfico; b) la necesidad de realizar una profunda
e integral transformación de las instituciones que imparten educación para apoyar
los cambios estructurales que el país requiere; c) la vinculación de la vida
académica con la vida real de los estudiantes; d) la actualización curricular;
e) el mejoramiento de la formación de profesores e investigadores; f) el impulso
a la participación del sector productivo en áreas estratégicas de la investigación
y la docencia, y g) el desarrollo de la capacidad crítica y autocrítica de las instituciones
educativas entre otros.
La
educación en general debe orientarse a nuevos paradigmas ya considerados por algunos
autores como son: a) un modelo directivo escolar con visión, misión y estrategias
a largo plazo, metas y objetivos claros que lo impulsen a ejercer un liderazgo constructivo,
integrador y administrativo, b) un modelo docente que inspire la libertad
mental y el uso de la inteligencia humana en plenitud, que promueva la
creatividad y la innovación en el comportamiento humano y forme seres trascendentes
de su época, y c) un modelo de estudiante que se sienta libre de expresar y manifestar
sus inquietudes, que elimine el temor de pensar y practicar sus ideas y que viva
la emoción de estudiar hasta el grado del apasionamiento, con el alcance de la
plena socialización escolar y la promesa de un ejercicio profesional digno.
La
educación como elemento propio del ser humano debe promover la preparación de futuros
ciudadanos con una cultura de tolerancia y respeto al desterrar la subcultura del
silencio y fomentar actitudes tanto de participación como de creación del conocimiento
para la solución de problemas de la comunidad.
El
análisis de las fuerzas, oportunidades, debilidades y oportunidades (FODA) es
una de las herramientas esenciales que provee de los insumos necesarios al
proceso de planeación, ya que proporciona la información necesaria para la implantación
de acciones y medidas correctivas y la generación de nuevos o mejores proyectos
de mejora.
Dentro de
este proceso de análisis, se pueden considerar los factores políticos,
económicos sociales y culturales como representantes del ámbito externo de las
instituciones educativas en el proceso de planeación que inciden sobre su quehacer
interno. La previsión de esas oportunidades y amenazas posibilita la construcción
de los escenarios anticipados que permitirán ir reorientando el rumbo de las instituciones
educativas (Planeación estratégica, s/a).
Las
fortalezas y debilidades corresponden al ámbito interno de las escuelas y
dentro del proceso de planeación, se debe realizar el análisis de cuáles son
esas fortalezas con las que cuenta y cuáles las debilidades que obstaculizan el
cumplimiento de sus objetivos.
De esta
forma el proceso de planeación se considera funcional cuando las debilidades se
ven disminuidas en tanto que las fortalezas son incrementadas al mismo tiempo
que el impacto de las amenazas es considerado y atendido puntualmente y el
aprovechamiento de las oportunidades puede capitalizarse en el alcance de los objetivos,
la misión y la visión de las instituciones educativas.
Referencias:
Minztberg, Quinn
& Voyer (1997) El proceso estratégico, Conceptos, contextos y casos.
Prentice Hall.
Romo M. (2003) Planeación
Estratégica. Director de vinculación, UNITEC. México.
Senge (1998) La
quinta disciplina. El arte y la práctica de la organización abierta al
aprendizaje. Ed. Garnica. México.
Bryson, J. (1988)
Ocho pasos en el proceso de planeación estratégica.
Mintzberg. (1994)
Repensando la planeación estratégica parte 1: riesgos y falacias. Traducción
Gallardo, A. consultado
el 6 de mayo de 2003 de http://www.azc.uam.mx/publicaciones/gestion/num7/art14.htm
Patricia Michel Ruelas
Licenciada en Educación
Maestra en Tecnología Educativa
Doctora en Educación
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