jueves, 17 de septiembre de 2015

Del Archivero: la práctica educativa, su investigación e intervención

 El método inductivo permite analizar casos particulares a partir de los cuales se extraen conclusiones de carácter general, su objetivo es el descubrir generalizaciones y teorías partiendo de observaciones sistemáticas de la realidad.

Para la investigación de la práctica educativa es fundamental iniciar de este referente por permitir reflexionar de manera sistemática en las acciones que realiza el docente en el aula.

Pero ¿Qué criterios tomar para analizar tal realidad?, existen algunos modelos explicativos como el que propone Cecilia Fierro, Fortoul y Rosas, donde recomiendan el uso de dimensiones entre estas la personal cuya perspectiva permitirá responder a ciertos cuestionamientos tales como:


¿Qué motiva las acciones?, ¿Qué motiva tales decisiones?, ¿Cómo definir la forma de trabajo en el aula?, ¿Qué tipo de actividades se acostumbran realizar en las distintas áreas?, ¿Qué tipo de razonamientos se promueven a través de las actividades de enseñanza realizadas en clase?, entre otras.

Todo ello con el único fin de obtener indicadores que reflejen no sólo el tipo de profesor, sus contenidos culturales, tipos de actividad metodológica, uso o no de materiales didácticos, formas de intervenir así como las relaciones que se establecen entre profesor-alumno.

Asimismo hay necesidad de entender elementos que expliquen el por que se realiza tal práctica educativa y no otra; poder cuestionar a fondo para definir ¿qué es educativo? Tal reflexión es difícil pues no se esta acostumbrado a analizar tal actividad y mucho menos a enfrentar lo que se produce con ese hacer.

La sistematización y caracterización de la práctica educativa permite reconocer cual es la metodología que sigue el docente en el aula, si se sigue un orden, si hay intención, si busca un producto en especifico, aquellas acciones educativas requieren de una orientación intencionada, pero ¿qué es la intención educativa?

Para teóricos de la educación como Miguel Bazdresch la práctica educativa esta constituida por actos intencionales estos indica “(. . .) suponen un proceso de concienciación, (. . .), un proceso de conciencia reflexiva creciente acerca del objeto de conocimiento involucrado en la acción educativa” (Bazdresch,2000:44) de lo cual hay que entender a la intención como a la orientación o sentido que permite guiar la acción comprendiendo la finalidad o meta de formación de los alumnos a su vez implica al proceso enseñanza-aprendizaje.

Por lo tanto es este punto lo que define el rumbo de cada curso, el desarrollo, la selección del material de apoyo, a su vez determina el sello personal del docente, cuya finalidad es conducir contenidos lógicos, bajo programas y actividades que otorguen al alumno apropiarse del conocimiento.

Todo ello dependerá de lo que se realiza en el aula, de los elementos que se referencian o presentan para la comprensión, a su vez de la habilidad y aplicación o abordaje de los temas, por lo tanto las intenciones se mueven o varían en los diferentes niveles escolares; por la formación profesional o experiencia del docente, siendo en este momento cuando la intención se vuelve acción.

Por lo tanto dicha forma de proceder remitirá a la búsqueda del actuar ideal para la significación.
Sin embargo en cada análisis que se realiza habrá o no relación lógica entre el saber y hacer, pues inesperadamente puede estar permeando la dimensión institucional por la constante preocupación del docente por el tiempo, el cumplimiento del programa, la disciplina, cumplimiento de reglamentos entre otras cosas, de tal manera que impiden ubicar un propósito a seguir, con la consigna de beneficiar al aprendizaje.

En definitiva lo ideal para el cumplimiento no sólo de propósitos así como de contenidos es seguir en el análisis de la práctica y revisar la estructura metodologica que se ejecuta en el aula, teniendo como único fin el construir al final un proyecto de intervención que siga las estrategias ideales así como la evaluación de la misma para asegurar la aprehensión del conocimiento favorablemente por parte de los alumnos.

Asimismo se recomienda seguir algunos pasos como:

1er paso: Análisis de la práctica mediante la sistematización y caracterización.

2do paso: Descripción de la práctica, así como de los eventos que se relacionan con la misma. Qué comprende la lectura descriptiva del registro, la categorización e interpretación y teorización.

3er paso: Construcción de problemas de investigación a partir de una reflexión sobre su práctica y las dificultades que ella presenta.

4to paso: Reconstrucción de la práctica a través de estrategias alternativas a la de la analizada.

5to paso: Experimentación de la práctica reconstruida durante el tiempo suficiente para lograr resultados.
6to paso: Discusión de resultados a  través de indicadores que especifiquen la efectividad de la nueva práctica.


Referencias:

Mtro. Hernández, E. y Dra. Calderón, R., 2003, Normas de Presentación de tesis a nivel licenciatura, Guadalajara, Jal. Universidad de Guadalajara.
Fierro, C.,  Fortoul y Rosas, 1999, Transformando la práctica docente,

Bazdresch, M, 2000, Transformar la práctica, Guadalajara, Jal. Textos educar, Educación Jalisco.
Restrepo, B. 2003, Maestro investigador, escuela investigadora e investigación de aula, cuadernos pedagógicos,





Noemí Guadalupe Rosas Contreras
Estudiante de Maestría en Ciencias
de la Educación





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