viernes, 20 de noviembre de 2015

Del archivero: diseño curricular y disciplina, ¿un binomio imposible?


“En tus manos están los más caros intereses, el porvenir de las familias, de la patria, de la sociedad, de la religión; porque el porvenir es de estos niños y jóvenes a quienes educas. Ellos son los representantes únicos de las generaciones venideras.”
Enrique de Ossó


La educación es un proceso muy complejo que requiere una planeación exhaustiva que especifique lo que se quiere lograr, así como los medios para lograrlo. Una parte de la planeación educativa es el diseño curricular, que contempla las dimensiones social, técnica, política, cultural y prospectiva, dado como resultado al currículo en el cual “se incluyen contexto, recursos, fines, objetivos, medios y procedimientos que conforman las experiencias de aprendizaje, tanto abiertas como incidentales que se ofrecen para que el educando crezca como persona, profesionista y ciudadano (Valdez y Hernández, 2003).

El profesor participa directamente en la planeación del proceso enseñanza-aprendizaje del curso o asignatura que tiene a su cargo, teniendo siempre presente la misión de la institución educativa en la que labora. Para que la planeación sea adecuada, el maestro debe tener un alto grado de profesionalización,  tanto de los conocimientos de su materia o área de estudio, como de las habilidades y estrategias de enseñanza que le permitan hacer llegar el conocimiento a sus alumnos, valiéndose de actitudes que le permitan interactuar adecuadamente.

La planeación del curso o asignatura debe estar basada en objetivos (y ahora también en competencias), pero debe tener una estructura integral, donde no solo haya conocimientos, sino también habilidades, destrezas, actitudes y valores universales. La planeación debe ir de lo general a lo particular: el curso, el periodo o unidad y la clase, y debe estar apoyada en una constante reflexión y evaluación acerca de cómo se está llevando a cabo lo planeado, y aunque en un momento dado puede ser válido o necesario hacer modificaciones, estas deben tener una razón; no se puede improvisar o permitir desviarse demasiado porque entonces se llega al descontrol, tanto del profesor, como de los alumnos, y los objetivos marcados por la institución, no se alcanzan, o se alcanzan “a medias”.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Del Archivero: elementos de ética ambiental


En esta participación abordaremos en breve las posturas de la ética ambiental, iniciando con las definiciones básicas y plantearemos las propuestas de las diversas tendencias, iniciando por el antropocentrismo, las éticas zoocéntricas, la biocéntrica y finalmente una ética para el ecosistema.

La ética es la reflexión sobre las responsabilidades morales que tiene el ser humano. Originalmente esta rama de la filosofía se limitaba a los deberes que tenía el hombre para consigo y para los demás hombres. Por eso para algunos todavía les parece extraño que se hable de una ética ambiental, como si los animales y las plantas tuvieran derechos y responsabilidades.

Evidentemente la ética es un quehacer humano; a un león no se le puede juzgar si mata una cebra; pero a un ser humano sí se le juzgaría si mata otro ser humano. Entonces, por qué hablar de una ética ambiental. La razón es sencilla, los seres humanos tenemos la obligación de reflexionar sobre nuestra responsabilidad para el lugar donde habitamos.

martes, 17 de noviembre de 2015

Del archivero: educación y desarrollo democrático


La etapa por la que atraviesa nuestro país, es de una situación de crisis en los diferentes aspectos de la vida nacional: crisis económica, política y cultural.

Esta situación de crisis es el punto de partida de muchas reflexiones que proponen diversas alternativas a estas problemáticas. La situación es difícil, pero comenzar por plantear ideas, propuestas y programas que vayan en el rumbo de contribuir a solucionar estos problemas, es un gran paso.

En la discusión que se está dando a nivel nacional acerca de los distintos retos que se presentan a los mexicanos, se encuentra el papel y contribución de la educación al desarrollo justo y equilibrado que requiere nuestro país.

En este espacio quisiera plantear algunas reflexiones mínimas que desean contribuir a esclarecer la relación entre educación y desarrollo de cara al presente siglo. Si partimos del planteamiento de que la educación debe ampliar la capacidad de participación de los individuos en la sociedad; podemos constatar que en este momento en el país no hay un balance entre los egresados de las universidades o institutos superiores y la posibilidad que tienen para insertarse en el mercado de trabajo.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Las reflexiones del maestro Roberto: cuadros de honor


Unos chicos de primer grado miraban emocionados el mural en el que se había colocado el cuadro de honor.

--Mira, ahí está Armando del A
--Si, también está Lucía del C y Everardo del D
--¿Ya viste quién está de nuestro grupo? Es Andrea. Tenía que ser, es la más inteligente del grupo, seguro sacó puro diez y por eso la pusieron.

Para algunos alumnos de tercero  el cuadro de honor ya no tenía la misma atracción que para estos chicos. Parados detrás de éstos, sus comentarios eran más bien sarcásticos.

--Siempre ponen a los mismos… los cerebritos
--Sí, ahí solo aparecen los de nueve y diez… cada bimestre son las mismas caras.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Del archivero: evaluación del aprendizaje ¿en qué lado del espejo está Alicia?


Calificación, aprobación, reprobación, frustración, orgullo, satisfacción, esfuerzo; demostrar quien sabe más o quien es más “abusado” para copiar, o quien le cae mejor o peor al profesor; los extremos entre el profesor “barco” y el profesor intransigente, o entre un examen “súper” difícil y uno “regalado”; la diferencia entre una décima faltante en el 5.9 para aprobar o en el 9.9 para obtener la mención honorífica. Estas situaciones que se repiten una y otra vez en todos los niveles educativos y en todos los tipos de instituciones educativas, ¿se deben a que los profesores no saben evaluar?

Hablar de evaluación es hablar de procesos y de métodos, es decir que se siguen pasos sustentados en una metodología que va más allá de ponerle “tacha” a un dibujo porque está feo, a criterio del profesor, o de determinar que la ventaja del equipo ganador en un torneo infantil de básquetbol no puede ser mayor de diez puntos.